Ejercicios Ascéticos - OLFATO

 

SIENTE TU OLOR INTERIOR

Hablamos muchas veces del gran axioma “conócete a ti mismo” pues bien, en los sentidos cuando se trata del olfativo corresponde sentir el propio olor no tanto de tu cuerpo exterior (que no es fácil sentir nuestro olor natural) sino tu alma interior, pero también percibir el aire y aquí volvemos a la práctica fundamental de la respiración.

Repasemos el mismo procedimiento que para los sentidos anteriores. La vista trata de ver todo pero no nos vemos a nosotros mismos (el ojo ve pero no se ve), el oído trata de escuchar todo pero no nos escuchamos a nosotros mismos, y lo mismo sentido del olfato, olemos todo pero no olemos nuestro propio olor y como el olfato está conectado a la intuición (que es el destilado del pensamiento y el aroma de la emoción) somos incapaces de captar la esencia de las cosas porque el olfato está bloqueado en su esfera o contacto interno con el espíritu, por lo que el ejercicio correspondiente para despertar el sentido interno (intuición) y afinar el externo (olor) es la técnica de la respiración sana y correcta. En otro lugar tuvimos la conferencia sobre el problema del tabaquismo o fumar y también cómo nuestra vida enfocada en la exterioridad y la racionalidad nos lleva a perder la capacidad de respirar, es decir tomar el oxígeno adecuado a través de la respiración: menos oxígeno más nuestro sistema nervioso se agita (como si el sistema de refrigeración no funcionase). Repasemos de nuevo algunos puntos clave:

APRENDA A RESPIRAR (cuanto más reprimido estás, menos profunda es su respiración)
Puede que te parezca absurdo, pero hoy el ritmo frenético de la vida así como las frustraciones y ansiedades llevan a las personas a no saber respirar correctamente. Para respirar, no basta con abrir la boca o inhalar aire por las fosas nasales. La vida humana es esa porción de conciencia que va desde el primer aliento autónomo, el nacimiento, hasta la exhalación del último aliento, nuestra muerte física. Entre estos dos puntos está la vida y cómo la vivimos. Hay dos aspectos de la respiración: uno anatómico-fisiológico y otro energético. El aspecto anatómico-fisiológico se comprende fácilmente: a través del aire oxigenamos luego todo el cuerpo (la sangre toma el oxígeno de los pulmones y lo lleva al resto de órganos), no hace falta decir que el aire de la ciudad ya no es natural y es saludable buscar campos de montaña y mar para respirar sano. Pero desde el punto de vista energético tomamos aire hasta tal punto en nuestro nivel espiritual interior: la cantidad de aire que la gente suele tomar es solo 2/3 de la capacidad pulmonar, por lo que 1/3 del aire permanece siempre en los pulmones inactivos (y es aire no oxigenado, por lo tanto sucio con dióxido de carbono). ATENCIÓN: de nada sirve intentar a la fuerza hacer mil ejercicios de Yoga para respirar profundamente empujando el diafragma y así sucesivamente; ¿Por qué? porque la profundidad y la lentitud de la respiración corresponden a la profundidad de la conciencia y la paz del corazón que calman la respiración. Las personas ansiosas y nerviosas, por ejemplo, respiran rápido, necesitan más oxígeno, como un radiador calentado necesita aire fresco; tomar algunas respiraciones de aire profundas y lentas ayuda en ese momento, pero no resuelve el problema subyacente. Por tanto, es importante añadir esta conciencia de la respiración a nuestra meditación, pero saber que no basta con respirar para sanar, sino que saber respirar bien activa la conciencia en nosotros. Verás los frutos en poco tiempo: mejor circulación, por lo tanto más calor en manos y pies, mejor digestión, mejor calidad del sueño, mayor relajación general, tono muscular y psíquico brillante, memoria lógica y razonamiento más claro y transparente, en otras palabras una vida mas oxigenada!

AIRE Y CONCIENCIA
El aire es vida, como la verdad lo es para el alma. Las personas reprimidas no pueden respirar hondo, están taponadas, como el alma llena de miedos, odios, resentimientos, el aire no llega a la raíz de los pulmones. Un alma profunda corresponde a una respiración profunda, a un alma superficial corresponde una respiración ansiosa. Una persona que está plenamente consciente respira plenamente. Algunos tienen vidas tan caóticas que incluso su respiración es ruidosa, se escucha cuando respiran. El aire restante que habitualmente somos incapaces de expulsar en toda aspiración es la correspondencia de lo que permanece oculto, latente en nosotros y siempre nos condiciona a vivir bloqueados y controlados. Si no sabes cómo llegar desde el interior con la psique, ayúdate desde el exterior acostumbrándote de vez en cuando a respirar profundamente y evacuar la mayor cantidad de aire posible que casi siempre dejas en tus pulmones porque no respiras nunca profundo y hondo. Los monjes que están en meditación muy profunda tienen una respiración igualmente profunda, es como si la capacidad respiratoria se reflejase en la capacidad de introspección cerebral.


LOS PULMONES TAMBIÉN SON OXÍGENO PARA EL ALMA
El ser humano es la energía mezclada del Cielo y la Tierra: respiramos aire que viene del Cielo y la comida que proviene de la tierra. Por eso es importante tener pulmones y estómagos óptimos. Las personas con pulmones sanos tienden a guardar sus principios y respetar sus obligaciones, tienen coraje, su mente está más despejada, cuando llega el momento de deshacerse de un objeto o terminar una relación lo hacen sin sentirse sofocados o sin aire, no detectan ninguna represión emocional, sienten dolor y tristeza, pero se resuelven rápidamente y reviven vigorosamente; pero las personas con pulmones débiles tienen poca lucidez, les falta aire con cualquier problema se sienten ahogadas, con la separación de su pareja se crea confusión o depresiones hasta no comer, no dormir y agotamiento. En posts anteriores hablamos de cómo respirar, ejercicios prácticos para aprender a tomar el aire en la meditación de forma saludable, porque todo depende de cómo absorbamos las energías; incluso una persona de buen corazón puede tomarse los problemas de los demàs tan a pecho (respirar mal) que se envenena el alma, precisamente porque absorbe las toxinas con más intensidad y no las libera con facilidad. No nos sorprende que a menudo sean las buenas personas las que sufren y se enferman inexplicablemente con màs facilidad.

LA VIDA ES UN PARÉNTESIS ENTRE DOS RESPIRACIONES
Cuando nacemos tomamos el primer respiro, es el primer paso para vivir y al final cuando damos el último respiro se acaba la vida. La respiración es el principio y el fin. La vida comienza con una inhalación y termina con una exhalación. Y sin embargo, aunque la vida está en el aire, a su vez el aire proviene de un elemento superior: el fuego que se alimenta precisamente del aire. En nuestro cuerpo el fuego corresponde al corazón mientras que los pulmones son como el soplo que anima constantemente el fuego del corazón on el oxigeno. En este punto es importante recordar la alegoría bíblica cuando dice que Dios hizo al hombre soplando sobre las cenizas (atención la traducción correcta es CENIZA - aphar en hebreo - no polvo o barro como traducen en casi todas las Biblias, formar al hombre de cenizas implica que el hombre fue hecho de materia quemada, de algo que había ya sido destruido), soplar sobre esas cenizas es como dar un toque al carbón, tratando de mantener vivo el calor perdido. Si aprendemos a respirar bien encontraremos el centro de esa ceniza y podremos darnos vida, sanar nuestras propias enfermedades, curarnos y purificarnos con el mismo soplo del espíritu.


LA PROFUNDIDAD DE LA RESPIRACIÓN
Anteriormente explicamos la importancia de la respiración diafragmática, nos permite tomar mucho oxígeno y expulsar mucho dióxido de carbono, respirar bien y masticar bien, son dos funciones que ayudan a que todo el cuerpo se canse menos y asimile más energía. Si masticamos bien ingerimos más energía (porque el estómago no tiene que gastarla para hacer el doble) lo mismo si respiramos bien: ingerimos más oxígeno y la sangre alimenta mejor a todo el organismo. El cansancio y el nerviosismo tienen su raíz en no saber respirar ni digerir bien (la digestión empieza en la boca, masticando lento y no rápido). ¿Quién respirar rápido? el que está ansioso, tiene miedo, está enojado, tiene demasiado aire viciado en los pulmones y en consecuencia está intoxicado. La respiración profunda es un ejercicio maravilloso que hay que practicar, ya que renueva tus energías.
El ejercicio más fácil, sin forzar el cuerpo inicialmente, de lo contrario el cansancio te hará perder la constancia, es hacerlo de vez en cuando durante el día: expulsa todo el aire que tienes en los pulmones, ayúdate comprimiendo los músculos del abdomen, de esa forma la barriga entra en la caja torácica desde abajo y empuja a los pulmones a vaciarse totalmente, luego toma una buena inhalación abundante (pero lentamente sin violencia), toma la mayor cantidad de aire posible y mantenlo adentro por 5 segundos (aquí en ese momento los pulmones devoran el aire, lo digieren, toman todo el oxígeno posible), luego empiezan a exhalar lentamente, lo más lento posible hasta repetir el vaciado total de los pulmones. De esta forma los pulmones descansan, en lugar de hacer 40-50 contracciones en 1 minuto solo harás 20 más o menos. La mitad del trabajo tomando el doble de oxígeno y energía. Haz este ejercicio cuando estés cansado, enojado, ansioso, preocupado… verás como el cerebro se oxigena y empiezas a ver las cosas con más claridad, el corazón se relaja, vuelve la fuerza de voluntad y la iniciativa. De esta forma descubrirás ese movimiento de flujo y reflujo que es la clave de todos los ritmos del Universo, porque los pulmones como el universo tienen el mismo movimiento: contracción y expansión, mientras aprendemos a respirar comunicación con el universo la armonía. Nuestra respiración es la longitud de onda con la vibración universal, si respiramos al mismo ritmo podemos entendernos con todo el universo, porque habrá armonía en el aire. Haz este ejercicio sin forzar, el cuerpo extendido te dirá cuando estás exagerando, no te aventures en ejercicios complicados; no sois yoguis indianos o monjes tibetanos, y si no sois prudentes y razonables, os arriesgáis a perder el equilibrio y arruinar vuestra salud como ya les ha sucedido a muchos.
Hay para cada uno un método particular y un ritmo particular que se debe encontrar escuchando el propio cuerpo, pero de este ejercicio depende el movimiento y el buen comienzo de una actividad física en buena salud y espiritual en forma lúcida; para emprender un trabajo espiritual en buenas condiciones, es necesario introducir primero la armonía en la forma de alimentarse y respirar.


CIRCULACIÓN DE PRANA
Ya hemos explicado como el aire entra y sale por nuestras dos fosas nasales, una enfría y la otra calienta, muchas veces tenemos una tapada no por resfriados sino porque el cuerpo regula la temperatura como un radiador. Hay otro ejercicio sencillo para ser consciente de esta fuerza circular del Prana (el último post estará dedicado a lo que es Prana, el aire regenerador divino).

1. Cierre bien la fosa nasal izquierda e inhale profundamente el aire por la fosa nasal derecha, contando 5 segundos.
2. Aguante la respiración durante 10 segundos.
3. Cierre bien la fosa nasal derecha y exhale lentamente el aire de la fosa nasal izquierda durante 8 segundos.
Inicie el ejercicio de nuevo a la inversa:
1. Mantenga la fosa nasal derecha bien cerrada e inhale el aire de la izquierda durante 5 segundos.
2. Aguante la respiración durante 10 segundos.
3. Cierra la fosa nasal izquierda y exhala por la derecha durante 8 segundos.

Repita el ejercicio seis veces para cada fosa nasal y haga una pausa. Bastaría con hacerlo una vez al día. Si lo haces por la mañana apenas te levantas de dormir notarás si tu cuerpo está estresado y descansado, depende cuál de las dos fosas nasales suele estar tapada por la mañana, si todas dos estan destapadas perfecto, hay armonia. Es mejor hacer los ejercicios entre comidas, para no interferir con la digestión cuando el cuerpo está consumiendo energía.
Cuando realizas este ejercicio con soltura después de un tiempo, puedes duplicar los tiempos, es decir 10, 20 y 16”, pero no te recomiendo ir más allá, son técnicas para personas que tienen un estilo de vida determinado (monjes, gurús, yoguis, etc...), si te excedes tendrás los efectos contrarios: pérdida de equilibrio, energía y salud.


QI GONG... RESPIRANDO CON TODO EL CUERPO
El término Qì Gōng hace referencia a una serie de prácticas y ejercicios relacionados con la medicina tradicional china y en parte con las artes marciales que involucran meditación, concentración mental, control de la respiración y movimientos particulares del ejercicio físico, para dominar la mente y el corazón a través de los dominios de la el cuerpo por lo que esa imagen que tenemos del arte marcial como campo de guerra para masacrar a patadas y puñetazos al enemigo es una imagen de Hollywood que nos transmitían en las películas, la antigua China tenía valores espléndidos (tanto el comunismo moderno que gobierna la China como el capitalismo cinematográfico han robado toda la identidad espiritual de este pueblo).
La práctica de Qi gong se refiere a cuatro conceptos básicos: los "tres tesoros", los "tres campos de cinabrio", el "sistema de los 12 meridianos de energía" y las "tres armonías". 
Estos últimos son: 
1. TIAO SHEN Armonización del cuerpo, 
2. TIAO XI Armonización de la respiración 
3. TIAO XIN Armonización entre mente y corazón en quietud. 
Como solo estamos hablando de la respiración, especificamos solamente la segunda armonía:
Se trata de aquietar y, sin forzar la respiración, favorecer la bajada del aire hacia el abdomen, evitando bloquearlo en el pecho, para que respire todo el cuerpo, para no dejar aire vizioso y toxico en los pulmones. La principal condición es que la respiración se produzca con naturalidad y espontaneidad, lenta y regularmente (como hemos explicado en el post anterior), dirigiendo la atención al bajo vientre, relajando el diafragma y los abdominales, de forma que la respiración sea lenta, larga, fina y profunda. Esto mejora la oxigenación de las células y alarga su vida. Al inhalar, el diafragma es empujado hacia abajo, lo que hace que el abdomen se expanda; viceversa al exhalar, el aire se emite de forma natural, sin esfuerzo ni presión de ningún tipo. De esta forma, el volumen de aire intercambiado con el exterior es mayor y el aporte de oxígeno a nivel celular será mayor. Además, el diafragma, con su movimiento, realiza un delicado y beneficioso masaje a los órganos internos, la energía comienza a fluir en los meridianos, en los huesos, y por ende en todos los tejidos del cuerpo; con el tiempo sientes que uno está impregnado de una clara sensación de calor. La respiración abdominal permite que incluso el capilar más pequeño se relaje y lleve un mayor flujo de sangre, oxígeno y Qi (energía vital).

PRANA
El término Prana proviene del sánscrito y significa literalmente "vida" y en segunda instancia se entiende como "aliento" y "espíritu". En la cultura china y japonesa corresponde a Qi, mientras que en la europea es identificable con el término griego de pneuma (aire, espíritu, de donde viene la palabra pneumatico=lleno de aire), mientras que en la noción hermético-esotérica sería el éter. Según esta filosofía nosotros respiramos y tomamos oxígeno (elemento material y denso), si en cambio empezamos a sentirlo en los pulmones y lo transformamos en energía entonces se convierte en vitalidad (elemento sutil y psíquico), así que si piensa en lo positivo mientras sostienes el oxígeno en el proceso de toma de conciencia, ese aire te da energía psíquica y luego, cuando expulsas el aire viciado si piensas también en algún estado negativo, purificas o eliminas de tu psiquis tus elementos negativos (por ejemplo trata de sentir durante el exhalación que hay una evacuación de rencores, frustraciones, dolores, etc...). Respirar es un acto inconsciente, pero transformarlo en un acto consciente puede resultar una gran herramienta terapéutica y espiritual. Si el Prana no es activado por el pensamiento consciente, permanece solo aire y oxígeno. En este caso no se trata solo de tomar aire sino de tomar conciencia.
Esta técnica de respiración es milagrosa pero tiene dos problemas:
1. Es tan simple que la mayoría de la gente no lo cree.
2. Hacer que se convierta en un hábito, igual que el de la respiración, es muy difícil y por eso pocos tienen la constancia y la perseverancia para hacerlo.