Pasaje Cósmico al Yin

PASSAGGIO COSMICO AL YIN FEMMINILE
La natura è fatta di cicli, anche a livello psichico interiore e spirituale noi siamo chiamati ad un cambiamento che trae le sue radici anche dall'ordine dell'universo. 
In PRINCIPIO fu URANO...Dio UNICO ed UNITO dell'universo": ERA l'androgino (gli ermafroditi e le ermafrodite), ma non era solo il celeste, aveva in mente la sua amata URANIA (la terra ERA), poi creò se stesso diviso in maschile OSIRIDE (Adamo) e femminile ISIDE (Eva), il mondo DUALE, i quali diedero vita a HORUS (SOLE; OM l'infinitamente grande, l'universo etereo): il figlio dell'uomo CRISTO, il VERBO, la MATERIA e attraverso lui la CONSAPEVOLEZZA, la figlia della verità che il Cristo concepisce nelle anime che a lui si uniscono (infinitamente piccolo, il pensiero). 
Pare che questo cambio genetico del dna odierno, sia l'inizio (nuovamente) di un ciclo che ri-creerà una nuove civiltà UNITA, ma lo raggiungono coloro che vi percorrono la VIA: androgina, ermafrodita, psicologicamente bisex, mentalmente cosmopolita.
La ciclicità della natura cosmica pare vi sia su ogni piano e livello...per natura universale! 
Questa verità è antica come le scuole misteriche (alchemiche) 
di origine pre-egizia precolombiane ed asiatiche.
Il prossimo ciclo sarà femminile, quindi di prevalenza MAGNETICA (YIN) 
e meno elettrica (maschile yang) 
Il ciclo magnetico invece, x natura cosmica, ri-evoca l'ascensione, ossia il risveglio della COSCIENZA.
Vi è un punto del ciclo dove nè maschile nè femminile prevalgono: quello sarà il tempo ermafroditico, ma quel punto è una conquista di spiriti illuminati, quelli spiriti angelici che sanno usare le 2 ali o emisferi cerebrali alla pari destro e sinistro, femminile e maschile.

LA PSIQUE FEMENINA
Femenina es una parte psicológica de nuestro cerebro (tanto en hombres como en mujeres), es el hemisferio derecho cerebral: creativa, intuitiva, más sensible y en armonía con la naturaleza, cíclica, muy vulnerable pero capaz de resucitar por sí sola cada vez que se vislumbra, es semilla de vida espiritual, de vida divina, de nuestra sed de infinito y trascendencia. 
Jung lo llama Anima (al contrario de la parte masculina que él llama Animus), que sin embargo no es un término muy adecuado porque en latin anima = alma y con alma entendemos el todo completo y complejo de nuestro mundo interior. Prefiero llamarlo Femenino psíquico aunque en nuestros escritos ocasionalmente nos referimos al Alma Junghiana como tal.
 Lo más importante y fundamental es entender que no tiene nada que ver con los genitales y por lo tanto con nuestra identidad sexual, es una cualidad mental y psicológica que todos poseemos, hombres y mujeres sin distinción. La era patriarcal y machista ignoró este potencial (un hombre no debe llorar, no debe lavar los platos en casa y cosas así) privando al hombre de magníficas cualidades femeninas: sensibilidad, delicadeza, intuición, dulzura, escucha, etc. ... si esto no se entiende, el riesgo es fatal: la mujer creyéndose libre se volverá psicológicamente machista y el hombre afeminado, algo que ya podemos ver hoy.

HERA O GEA, LA MADRE TIERRA
La tierra es madre, porque da fruto, nos alimenta, nos acoge... la luna es hembra porque sus tres fases reflejan la edad de la mujer: la luna creciente en las niñas, la luna llena en las ninfas y las mujeres núbiles maduras y hermosas y luego, finalmente, la luna menguante en la anciana que se apaga lentamente (en aquel entonces no existía la luna nueva, porque no se veía, era totalmente oscura). Incluso las estaciones reflejaban las formas de las mujeres: primavera para las doncellas, verano para las maduras e invierno para las ancianas (todavía no se había fijado el otoño). Empiezan a aparecer las clásicas triadas espaciales: la princesa del aire, las ninfas de la tierra y la bruja del inframundo (Selen, Afrodita, Hécate). El número tres se vuelve divino y, como cada diosa se manifestaba en su tríada personal como mujer joven, madura y anciana, el “tres por tres” se convierte en nueve, precisamente el número de lunas (o meses) que tardó la mujer en dar a luz. Sin embargo, los mitos antiguos enfatizaban que no había tres diosas, sino solo una diosa madre: Hera.

DEL VELO SAGRADO AL BURKA MACHISTA
Cuando Dios era mujer, primitivamente la inspiración del culto, o lo que más comúnmente llamamos religión, era mujer. El instinto apuntaba a las diosas, reflejo de aquellas mujeres que parían seres humanos. El hombre primitivo desconocía su papel en la generación de los hijos y se limitaba a la adoración de la Diosa; el sacerdocio, por tanto, gravitaba sobre la figura de la mujer: era el hombre el que adoraba a la mujer y su misterio, la mujer era la sacerdotisa. El hombre en la antigüedad, y aún hoy en algunas culturas, tenía admiración divina por la mujer, respeto total, tanto que cubría por completo a la mujer con sus ropas: ella, como la dimensión divina, no debe verse tan clara y directamente; incluso Moisés en la Biblia, después de ver el rostro de Dios, cubrió su rostro con un velo, para que sus hermanos no murieran cuando lo viera. En la antigüedad, el velo era para la mujer un signo de grandeza, de misterio, de divinidad. El misterio del nacimiento infundió en el hombre una reverencia divina y, por tanto, religiosa hacia la mujer, el velo, por tanto, sobre el rostro de la mujer está lleno de simbolismo religioso, máxima expresión de la admiración divina del hombre hacia la feminidad. En la era del varón (cuando el macho descubre que es él quien fecunda la mujer y tiene el poder del semen) el hombre se convirtió en sacerdote y la mujer en devota, el velo para la mujer se convirtió en clausura (el burka) segregación y escondite de las pasiones reprimidas. Detrás del velo el hombre celoso y posesivo encarcelo a la mujer.



El hombre adquiere la individualidad energética completa sólo bajo la influencia de la mujer. Una mujer ha creado su cuerpo, otra mujer crea su alma, a menos que se dedique al espíritu, este lo regenera y lo hace renacer, porque la dimensión espiritual es en el psiquismo una parte femenina (creadora), trascendental y divino, por eso le llamamos fuerza Yin, femenina.

Hermana, amante, sacerdotisa, hechicera, reina, bruja, madre, amiga, prostituta... llámese en todas sus formas, pero nunca VIRGEN. ¿Qué es una tierra sin frutos, qué es un campo sin flores? Una mujer en plenitud sólo puede procrear, porque el amor se esparce por sí mismo, está en mi esencia dar a luz, parir, engendrar, mantener viva la vida. Desde que la civilización me hizo una VIRGEN con mucho dogma, espiritualidad y divinidad, la civilización ha caído en el encierro mental del varón temeroso de la grandeza de la mujer y la ha hecho esclava de su adoración, de su cuerpo y de su vulva o virginidad. El hombre patriarcal no logra ver la pureza en el sexo, por eso hace que al menos una mujer VIRGEN INMACULADA se sienta a gusto con su conciencia: mamá es pura, ni siquiera mis pensamientos la tocan. La devoción a la Virgen esconde un profundo tabú de sexofobia incestuosa, en realidad ella es la madre de Dios pero también es la madre del hijo de Dios, por tanto María engendró un hijo que es Dios pero lo hizo con el mismo Dios entonces él hizo sexo con la madre, de ahí sublimó el incesto (el cristianismo cayó en la forma más profunda de adoración de la mujer pero no la aceptó y se encerró en la adoración de la castración sexual, de ahí la identificación entre castidad y castración mental en el celibato obligatorio). En María madre y vírgenes los hombres dan una falsa divinidad a la mujer que le había sido robada desde los días del matriarcado y la naturaleza salvaje, y finalmente se encuentran con una madre limpia que no tiene sexo pero tiene hijos. Cuánta aberración y brutalidad contra la naturaleza humana hay detrás de estos conceptos incestuosos cubiertos con el barniz de la espiritualidad .

LA MUJER ES PRUEBA DE LA EXISTENCIA DE DIOS
La esencia de la naturaleza salvaje es que continúa, persevera. No es algo que hacemos: es algo que somos de forma natural e instintiva. Y la naturaleza salvaje no es típica de un grupo étnico en particular: es la naturaleza central de las mujeres, desde Benin hasta Camerún, desde Holanda hasta Sierra Leona, desde Guatemala hasta Polinesia. Cualquiera que sea el país, la raza, la religión, la tribu, la ciudad, el pueblo o el lugar remoto, las mujeres tienen esto en común: la Mujer Salvaje, el alma salvaje.
[Mujeres que corren con los lobos]

El simbolismo de la Diosa no es una estructura paralela al simbolismo de Dios Padre. La Diosa no gobierna el mundo, ella es el mundo. Es ella quien termina siendo gobernada y explotada por el hombre sin espíritu. Pero también es ella quien se deja explotar cuando es igualmente una mujer sin espíritu. Cuando una persona se siente perdida es porque ha abandonado su mundo psicológico femenino, su dimensión espiritual. Cuando un hombre se dedica a conquistar el mundo, gobernarlo, hacer carrera y descuida su mundo interior (su Diosa) acaba exhausto y neurótico.

Más allá de la madre que nos da a luz, más allá de la madre que nos amamanta, nos cuida, nos acuna, nos mima, nos llama por nuestro nombre y nos sonríe, hay una esencia maternal en nuestra esencia que nos mantiene siempre vivos, esta esencia está en todas partes: en el mar, en la tierra, en el arcoíris, en los perfumes, en los sabores, en todo lo que me regenera, me da vida, me llena de alegría, me lleva a la libertad. Es nuestro centro, el punto que acoge el soplo del cielo y de la tierra, da vida a lo que hay en mí de tierra y de cielo: cuando ella os fecunda no podéis dejar de ver la belleza que yace escondida por todas partes.

 Debemos practicar el sentirnos en el corazón de la Tierra,
desarrollar nuestro sentido de pertenencia a algo verdaderamente común
es decir, la esfera planetaria, la Madre Tierra.
En cambio, hoy la tecnología con su mundo virtual (el imaginario abstracto) nos está llevando a un cambio radical en nuestra percepción de la naturaleza y por ende también de nuestra psique, estamos cada vez más desconectados de nuestra esencia o instinto animal, perdemos cada vez más el contacto con la realidad

LA MUJER ERA LA MEDIDA DE CADA MOVIMIENTO
Todo el movimiento de la vida giraba en torno al mundo de la mujer, incluso el orden de los días, los meses y los años: el hombre primitivo había observado que la naturaleza cambiaba periódicamente, el nacimiento de las plantas en primavera y la muerte de la naturaleza en invierno, para luego volver a empezar. Vio que la luna aparecía doce y, a veces, trece veces en un ciclo estacional, por lo que decir "Volveré en dos lunas" significaba "Volveré en dos meses". Sin embargo, el mes seguía el ritmo del ciclo lunar, de modo que los meses tenían 28 días, el tiempo que tarda la luna en dar la vuelta a la tierra, que también correspondía generalmente al ciclo menstrual de la mujer. El año de las trece lunas, lo que llamamos año bisiesto, estaba cargado de un sentido supersticioso, porque en caso de que ocurriera algo anormal, la reina tenía que ofrecer un macho, el rey, como sacrificio (un poco como la abeja hace con el zángano macho que la preña); la muerte del rey ocurrió así en el decimotercer mes (lo que le da a este número un sentido negativo), pero ocurrió en la séptima luna llena después del día más corto del año, lo que le dio al solsticio de invierno el sentido masculino del sol que moría  es precisamente por eso que en invierno que el sol se puede contemplar a simple vista, lo que para los antiguos significaba la muerte del varón, la luz se apaga) y luego comenzaba a crecer de nuevo, por lo que los antiguos creían que el crecimiento del sol se debió al sacrificio ofrecido y apreciado del rey. De aquí toma su sacralidad el número 7. Los antiguos se dieron cuenta de que la sombra del sol crecía durante los día o los meses. Decir "vuelvo en dos soles" significaba "vuelvo en dos días". El mes lunar (28 días) se dividió en el 7 sagrado y llegaron las cuatro semanas. A cada día se le asignó uno de los cinco planetas (más conocidos como las estrellas más brillantes) entonces conocidos: Marte para el martes, Mercurio para el miércoles, Júpiter para el jueves, Venus para el viernes, Saturno para el sábado, mientras que el sol (el Dominus, el Señor, el Rey) fue entregado el domingo, a la luna el lunes.

El hombre busca a Dios (es decir, la grandeza y el sentido del Todo) o en la ciencia o en la religión, que son las dos tendencias que buscan ir más allá de nuestra finitud. Cuando el hombre no la encuentra ni en la primera ni en la segunda, entonces lo busca en la Mujer: sólo mediante la iniciación en las grandes verdades el hombre encontrará a Dios en la Mujer, y solo cuando la mujer encuentra un hombre Yin que sabe adorar el femenino ella lo hallará en el Hombre. En la lucha continua entre hombre-mujer, hombre-Dios, mujer-vida, hay una sed insaciable de inter-penetrarse y de encontrar en su fusión lo imposible del misterio de la vida. A pesar de las aberraciones y excesos que de ella se derivan, esta desesperada búsqueda es necesaria; nacida de un inconsciente divino, será un elemento esencial para la realización y plenitud del ser. De hecho, cuando, a través del amor profundo y de la iniciación, el hombre y la mujer se encuentren entre ellos y se encuentren a sí mismos, su fusión será la fuerza iluminadora y creadora por excelencia.

¿POR QUÉ EL ESPÍRITU EMOCIONAL INTERIOR ES FEMENINO?
Mientras que el espíritu racional de la psique es una fuerza Yang, es decir masculina, el emocional y sentimental es Yin, por lo tanto femenino. ¿Por qué? reflexionemos: ¿Quién da la vida? la mujer, ¿Quién lleva las criaturas en su seno? la mujer. Del mismo modo, a nivel psicológico y espiritual, en todos nosotros (hombres y mujeres) existe una cualidad puramente femenina: lo femenino no es cuestión exclusivamente de mujeres, sino de una facultad del espíritu que también los hombre tienen que desarrollar. Es tolerancia, es capacidad de abandono y ternura, es curiosidad por lo nuevo, es aceptación del diferente, del débil, del extranjero, es la capacidad de curar, de cuidar (y si una mujer no tiene esta capacidad desarrollada por mucho que sea mujer no tiene un istinto Yin o femenino psicologico). Es la energía que mueve al mundo. Es el sentimiento dulce y resplandeciente, fuerte y lánguido, erótico y llameante que susurra el misterio de la vida a las criaturas. Es la Luna, es Artemisa, es Perséfone, es Isis, es Ishtar, es la madre que observa, reflexiona, ama y no juzga (y un hombre también debería ser materno, asi como una mujer en su espíritu Yang debería ser racionalmente paterna: es el equilibrio de los contrarios). Es nuestra capacidad de comprender y comprender, libres de prejuicios y rencores. Es la energía radiante que se despliega benévolamente sobre las criaturas. Es la posibilidad de un mundo libre de conflictos y odio. Es paz mental y corporal. Es locura y conocimiento. Es a la vez luz y oscuridad, noche y día. Es la posibilidad de cambio y transformación. En definitiva, es lo mejor de nosotros, que la historia de la violencia patriarcal ha sofocado para privilegiar la sangre y la lucha sobre el éxtasis de la intuición radiante.

La sociedad machista patriarcal y sexofóbica ha perdido las alas de interioridad, que se forman con un instinto Yin, femenino, inconsciente y maternal. De sacerdotisas sagradas en los tiempos fuimos echadas en las calles, nos convertimos en putas, como madres o amas del hogar caducamos en el papel de sirvientas de casa y siempre prostitutas domesticadas; por volvernos empresarias y feministas, hemos caducado y nos hemos convertido en machos incompletos, perdidos y hembras inconclusas... aún no hay lugar para nosotras las mujeres de verdadero espíritu, el cielo de la humanidad sin mujer queda huérfano, se hunde en la paternidad del infierno siempre violento arrogante y egocéntrico.


LA PROSTITUTA SAGRADA... MEDIATRIZ SAGRADA DE UN MUNDO ARCAICO YA OLVIDADO.... # 1
El término «puta», que suele tener una connotación negativa, ofensiva y despreciable, deriva de puteus, con el que en latín originalmente significaba o bien una cavidad natural o bien un hueco especialmente excavado: la GRIETA de la tierra por ejemplo, se acerca a la idea de vagina, matriz, útero, o los conceptos de recepción y contención. No es casualidad que la palabra latino "cuniculus", agujero o paso estrecho, derive del latín cunnus, vagina (de ahí deriva conejo y las conejitas). En todo caso, la raíz cun proviene de la Gran Diosa Oriental Cunti o Kunda, el yoni del Universo, divinidad "cunni-poderosa", es decir, que sostiene en la vagina mágica el nacimiento.

LA PROSTITUTA SAGRADA... MEDIATRIZ SAGRADA DE UN MUNDO ARCAICO YA OLVIDADO.... # 2
TÚNEL O SUBTERRÁNEO
En la foto vemos unos típicos cuniculus etruscos (puta = cavidad subterránea), eran lugares de protección para el hombre antiguo, los primeros cristianos los usaban como templos, llamados catacumbas. Como decíamos antes este lugar en latín se llamaba “Puteus” lo que llamamos puta. En los puticulos (putiaderos), eran los pozos, entendidos como ábsides hipogeos de renacimiento, los romanos del pueblo enterraban a los muertos. Es decir volvían a la puta = al hueco, a la vagina de la tierra.
La vagina es como nuestra cuna, el lugar de nacimiento, donde queremos volver como el salmón que vuelve a su fuente. En el texto sagrado del mazdeísmo, la palabra putika se refiere en cambio a un lago místico de agua regeneradora. En ambos casos, como es fácil ver, estamos ligados conceptualmente a algo que raya en la idea de un sentimiento religioso. No es casualidad que la raíz sánscrita presente en los Vedas (putto) también ingresó a las lenguas romances con un significado completamente diferente: un ángel con forma de niño desnudo, de hecho se llaman Puttos, lo que es una fuente pura, un escondite divino.
Incluso el término hebreo hor (similar a la etimología del griego Horae, las sacerdotisas de Afrodita) era sinónimo tanto de agujero (o pozo) como de prostituta sagrada y diosa a la que se adoraba y su la vagina se representaba metafóricamente como un pozo o estanque de agua situado en el centro del templo. Sin embargo, relacionar la sexualidad con la idea de lo sagrado crea una paradoja incómoda para muchas personas hoy en día.

LA PROSTITUTA SAGRADA... SAGRADA MEDIADORA DE UN MUNDO ARCAICO YA OLVIDADO.... # 3
El sexo en la antigüedad se consideraba una verdadera liturgia, es decir, un acto místico sacramental (hierogamia) que permitía a ambos cónyuges trascender sus sentidos comunes para entrar en una nueva dimensión espiritual. El sexo no es el abismo del cuerpo, sino el umbral del alma.
Esencialmente se trataba de un rito de iniciación y de transformación interior: de ahí que la hierodula, la sierva-amante, fuera llamada «Gran Prostituta» (asumiendo el epíteto de la diosa a cuyo servicio estaba asignada), y realizaba cada vez un determinado acto sexual del coitus reservatus, un intenso y prolongado orgasmo de todo el cuerpo sin emisión de fluido seminal, que habría conducido al hombre a la horasis, iluminación espiritual o Sophia, que equivalía esencialmente a una forma suprema de renovación interior lograda a través de la sublime experiencia erótica del Femenino.
En la India esta técnica sexual especial es conocida por la doctrina tántrica como maithuna, un refinado proceso de los sentidos que permite al hombre asimilar en sí mismo el conocimiento mágico innato de la mujer.
El sexo es vida, a través del sexo cobramos vida, es fuente de energía, quien no tiene una actividad sexual igual al sexo o se fosiliza (acidez característica propia de las personas histéricas o solteronas o solterones) o se vuelve violentos (3 son las razones por las cuales un animal es violento: defensa propia, falta de comida o de sexo, de lo contrario el animal siempre está tranquilo).

LA PROSTITUTA SAGRADA... MEDIATRIZ SAGRADA DE UN MUNDO ARCAICO YA OLVIDADO.... #4
El acto sexual entre un hombre y la sacerdotisa era el medio para recibir gnosis, para experimentar lo divino, porque el sexo es una de las fuentes de energía que tiene el cuerpo, en el sexo el cuerpo llega a sus límites (llamados orgasmos) límites de trascendencia, por lo tanto de salir de sí mismo, por eso decimos "me vengo" el orgasmo es como una pequeña muerte, como vaciarse, como tocar el cielo con un dedo, tocando la frontera entre el cuerpo y el espíritu, precisamente a través de la fusión con otro cuerpo (asì como todos éramos en fusion con nuestra madre cuando estábamos en el útero) El cuerpo de la sacerdotisa se convirtió, de una manera impensable para el mundo occidental contemporáneo, literal y metafóricamente una forma de entrar en relación con los dioses, con la dimensión Divina. Para los paganos, de hecho, las mujeres estaban naturalmente en contacto con lo divino (son ellas las que engendran y procrean), mientras que el hombre solo no podía alcanzar este objetivo.
El sexo era pues un acto sagrado, una fusión divina que se producía en los templos con las sacerdotisas, como lo es hoy la Misa para el sacerdote católico. Pero con la llegada del patriarcalismo, el único intermediario fue el hombre, las sacerdotisas expulsadas de los templos en las calles y desde entonces se convirtieron en putas despojadas de poder espiritual, por lo tanto sólo físico y material, el sexo escuálido y animalista del que hoy somos los tristes herederos.

LA PROSTITUTA SAGRADA... SAGRADA MEDIADORA DE UN MUNDO ARCAICO YA OLVIDADO.... # 5
Cabe señalar que a las hieródulas se les solía atribuir los epítetos de "Virgen Santa" o "Gran Prostituta", títulos que en todo caso en el paganismo matriarcal comúnmente se referían a una sacerdotisa sagrada que guardaba el oscuro secreto femenino relativo a la gnosis mágica de la divinidad, siendo ella la encarnación terrenal de la Diosa bajo cuya bendición administraba el culto religioso en los templos: de hecho, el mismo término ramera que en el inglés literario actual designa a una prostituta, proviene, a través del francés medieval, precisamente de la palabra griega "hierodula" (lit. siervo sagrado). Ahora bien, entre los deberes litúrgicos de las Santas Vírgenes o hieródulos, las siervas sagradas del templo, estaban los de administrar la gracia celestial de la Diosa, curar las enfermedades con saliva medicinal y secreciones vaginales, profetizar, realizar las danzas sagradas en honor a la divinidad, así como cantar los lamentos fúnebres y se convierten en "Novias" del dios-sacerdote en los ritos preestablecidos del matrimonio sagrado.

LA PROSTITUTA SAGRADA... SAGRADA MEDIADORA DE UN MUNDO ARCAICO YA OLVIDADO.... # 6 y ultimo
Hoy ya no tenemos templos con sacerdotisas que sublimaban el sexo hasta sacralizarlo, una forma maravillosa de desahogar y curar todos los traumas sexuales que nacen en la sociedad. Hoy quedan los burdeles, los barrios rojos, las casas de citas y las chicas que se venden a través de los chat en el telefono y en internet... Pero reflexionemos un momento: Sant'Agostio en su famoso libro "De civitate Dei" (La ciudad de Dios) decía que las prostitutas eran las letrinas o cloacas de la ciudad. Esta frase, por atroz y ofensiva que nos parezca, esconde una verdad que no queremos reconocer (por eso nos ofendemos). El mismo San Agustín dice que si sacáramos a todas las putas de la ciudad, en muy poco tiempo la violencia y los vandalismos aumentarían notablemente. ¿Por qué? Decíamos antes que el animal se vuelve violenta en 3 ocasiones: cuando tiene hambre, cuando tiene que defenderse y cuando no tiene sexo. Estas mujeres que despreciamos cumplen un papel de descarga de neurosis, violencia y crueldad que los hombres sin vida sexual les traen como corderos al matadero. Evidentemente este martirio de la prostituta no justifica su trabajo, pero la naturaleza misma sabe crear remedios a sus males también a través de otros males o purgas atroces, como la prostitución. Piensa que 2/3 de las actividades de internet están ocupadas por la pornografía. Por lo tanto, si la lengua siempre se toca el diente que le duele, no debemos condenar tanto a la ramera sino a sus clientes.

LA ERA MATRIARCAL (sus pros y sus contras). #1
La sociedad en sus inicios era matriarcal, la mujer dominaba las relaciones sociales, el hombre era para ella un servidor, una mano de fuerza, un objeto de placer. La reina escogía a sus amantes por puro placer (era la mujer la que tenía un harén), no tenía en mente un padre para sus hijos, los hijos eran de todos, porque todos pertenecían a la madre y todos eran hijos de ella (porque en las comunidades màs primitivas se desconocía la concepción por parte del hombre, por lo que la idea y el rol de padre no era existente) fue más tarde cuando la mujer tenía un solo hombre, él descubrió tanto la participación como su exclusividad y así  nació el patriarcado. La mujer por lo tanto en el matriarcado no era exclusiva del hombre (esta práctica es posterior cuando el hombre hace de la mujer una propiedad), no fue la agricultura la que hizo que el hombre buscara el poder de la tierra, porque la tierra podía ser compartida, la esposa NO.

LA ERA MATRIARCAL (sus pros y sus contras). #2
Cuando los dioses eran mujeres, cuando hablábamos de heroínas y no solo de héroes en sentido masculino, el mundo giraba en torno a la alegría y la fertilidad, era un lugar doméstico, el hombre estaba más apegado a la tierra, su centro de gravedad era el hogar doméstico, donde la mujer crió a sus hijos; por lo tanto el ser humano no se sentía extranjero en este planeta, sino que se sentía en casa, en su mundo, en su con-naturalidad con la creación; fueron las religiones tardías las que nos hicieron sentir extraños en este mundo, expatriados del lejano y desconocido cielo, fue cuando el hombre con el patriarcalismo abandonó la tierra, la mujer y se construyó un ideal en el cielo.

LA ERA MATRIARCAL (sus pros y sus contras). #3
Lo que llevó a los hombres al poder y a la conquista de la tierra no fue la agricultura, sino la exclusividad de tener individualmente una mujer e hijos, por lo tanto también una tierra, una casa, un statu quo social. Incluso las sociedades que vivían de la caza y no de la agricultura se volvieron patriarcales, porque el eje del cambio fue la mujer como objeto y posesión.
Pero este mundo materno no infundió confianza hacia el exterior, así como cada uno de nosotros se siente seguro en el hogar materno mientras siente el miedo de enfrentarse al mundo exterior y a la sociedad, es decir, el lado oscuro masculino que faltaba por ser conquistado y descubierto. De hecho, mientras el individuo no se sienta separado del inconsciente colectivo del sentimiento materno, no adquiere confianza en sí mismo, por lo que aún no surge la civilización, esa es del hombre que deja su hogar y va a conquistar el mundo. A nivel personal, este fenómeno crece hoy: los niños que no quieren salir de la casa de sus padres, los eternos mamones o hijos de papi; la iglesia madre se convierte para muchos, a nivel psicológico, en el eterno retorno a los orígenes, el círculo de protección contra las amenazas del mundo, lo que atemoriza una cierta apertura al mundo paterno, como lo demuestra la reticencia de las jerarquías religiosas hacia la mentalidad laica. Las religiones que evitan la sana apertura masculina al mundo siguen siendo supervivientes de esta tendencia matriarcal (mamá no quiere que salgas de casa), por eso hablan de madre patria, madre iglesia, madre lingua. 




LA ERA MATRIARCAL (sus pros y sus contras). #4
MITOS ARCAICOS Y ARQUETIPOS DE LA TRANSICIÓN DEL MATRIARCADO AL PATRIARCADO
La exclusión del hombre de los misterios de la vida, de su participación en la concepción, de su fuerza espiritual (que estaba en las manos y en el vientre de la mujer) y de sentirse ligado sólo a la fuerza de trabajo lo han vuelto violento y temible. La violencia y el miedo prevalecieron sobre el encanto de la mujer y se convirtieron en terror y arrogancia. Mujeres, quitad la espiritualidad a un hombre, no le ayudéis a descubrir su alma y tendréis a vuestro peor enemigo.
En algunos mitos griegos, este pasaje se describe en clave simbólica: Perseo corta la cabeza de Medusa, Belerofonte mata al monstruo Quimera (Una variante de la historia de Perseo, en ambos aparece el caballo alado Pegaso, como signo del poder ahora en las manos del hombre, porque el caballo es símbolo de realeza), el dios babilónico Marduk mató a la diosa del mar Tiamat y finalmente, en la Biblia, la mujer Eva es engañada por la serpiente que, casualmente, fue descrita a lo largo de la mitología antigua como " Ofión”, el esposo de Hera, por lo tanto el futuro griego Zeus, el Dios masculino, Padre y Maestro. Desde entonces Dios es sociedad masculina y patriarcal.


LA ERA MATRIARCAL (sus pros y sus contras). #5
DEL MATRIARCALISMO AL PATRIARCALISMO
En un momento determinado de la historia el centro de gravedad se desplaza, pasamos del matriarcado al patriarcalismo: de la tierra, el cuerpo, el placer, la mujer... etc., el movimiento se vuelve hacia lo masculino: el cielo, el espíritu, la sabiduría, el hombre El hombre descubre su papel en la fecundación de la mujer en la exclusividad de un solo compañero, descubre que es su semilla la que fecunda la matriz, toma el poder, el falo o pene se convierte en símbolo de culto y adoración en muchas tribus, mientras la mujer quedó segregada a un lugar secundario y sufrirá durante muchos siglos, hasta hoy en muchas culturas, el peso de este descubrimiento, no sin un resentimiento masculino que reivindica aquellos tiempos en que su “poder” era traicionado por la dulzura femenina que lo embelesaba. El velo de lo sagrado se convierte en burka de segregación, el hogar de un centro doméstico se convierte en una casa cerrada donde es domesticada, expulsada la sacerdotisa del templo a la calle y se convierte en puta, la mujer sabia y cuentacuentos pasa a ser la mujer bruja. Ya no se veneran las estatuas con mujeres embarazadas sino el falo masculino. Entonces el hombre deja su hogar, del mundo sedentario y tribal pasa a la sociedad nómada y luego a la civilización. Si en el matriarcado había que trazar la filiación según el linaje femenino porque sólo se conocía a la madre del niño (no existía la familia centrada en el poder paterno del hombre), la sociedad de primates se fundaba en la solidaridad de las mujer que trascendía la competitividad sexual y los celos. Con el patriarcado, el hombre impone la virginidad a la mujer antes del matrimonio (matrimonio = deberes de la madre) y la fidelidad después. El patrimonio (poder económico del hombre) no es la causa sino la consecuencia, no fue la agricultura sino la posesión de la mujer el eje de este pasaje, por tanto el sexo y su exclusividad.

LA ERA MATRIARCAL (sus pros y sus contras). #6
LA POSESIÓN DE LA MUJER
Con el advenimiento de la agricultura, los hombres expulsaron a las mujeres. Con ella, las civilizaciones dejan de ser nómadas y pasamos a la permanencia. El hombre comenzó a tomar posesión de la tierra y de allí surgió la necesidad de asegurar su propio linaje genético, a fin de mantener la herencia en las familias. La cultura matriarcal, en cambio, se caracterizó muchas veces por frecuentes desplazamientos, pues los hombres cazaban, y para ello solían ausentarse por días, mientras las mujeres aseguraban su sustento diario recogiendo frutos y tubérculos... El hombre quería asegurarse toda una descendencia suya y asì nace la virginidad, sabía ya que los hijos eran suyos, como cosas, desde entonces la mujer se convierte en propiedad, la unión se vuelve matrimonial y el tabú de la virginidad y la fidelidad se vuelve monógamo para las mujeres (a los hombres se les permitía tener muchas mujeres mientras que las mujeres poliandria NO). La mujer pasa a ser herencia del hombre (es por eso que adquiere su apellido y no el contrario), ella era como un mueble, un objeto que él tenìa, una cosa más a tener, aún en el lenguaje de hoy se sigue diciendo tener novio, tener mujer, cuando en verdad la gente no se posee a sí misma, porque a nivel psicológico somos todos independientes, pero en cuanto a relaciones en realidad somos aún en el Neolítico.


LA ERA MATRIARCAL (sus pros y sus contras). #7
DE UN EXTREMO AL OTRO
En el matriarcado, el hombre estaba segregado en el trabajo, en el patriarcado la mujer estaba encerrada en la casa, en el matriarcado el hombre era como el zángano para la reina, apto para fecundar sin arte ni parte ya que ella era poder sobre sí misma, el hombre era solo un falo, luego en el patriarcado ella se convierte en la mujer vaginal, cuya sensualidad se reduce al placer carnal y fabrica para hacer niños. En el matriarcado el hombre formaba parte de una fuerza que protegía al colectivo de una tribu y hogar, mientras que en el patriarcalismo el hombre se abre al mundo y busca su individualidad. El hombre entonces teme al miedo al abandono y la mujer se convierte en propiedad, la familia ya no es un producto natural sino un fenómeno programado de un sistema en el que la mujer es parte del proyecto de un hombre: ella, los hijos, la casa y los muebles, son cosas con las que el hombre construye su mundo. El hombre se garantiza la paternidad e inventa la virginidad, la fidelidad y la monogamia para manipular a la mujer y hacer hermético su mundo de propiedad (pero él permanece polígamo en su clandestinidad y no está atado por la virginidad). Sin embargo, el feminismo como reacción moderna tiende a masculinizar a las mujeres y hacer grotescos a los hombres, lamentablemente estamos pasando de un extremo al otro, porque el matriarcado moderno es una visión de la mujer sin maternidad, un macho frustrado porque quiere repetir todos los errores del hombre.   

EL MISTERIO DEL EMBARAZO
El hombre antiguo trató de dar una razón del nacimiento... ¿cómo sucedía? Muchas veces razonamos como se dice en latin "a posteriori" suponemos que ciertos conocimientos los antiguo ya los tenían, sin pensar que incluso hace pocas unas décadas se desconocían (como el ciclo de fertilidad del óvulo) Tenemos que razonar, como se dice en latin, "ante fatum", antes de los hechos, como si nos encontráramos en ese momento ( algunos por ejemplo creen que Jesús es cristiano, precisamente un razonamiento no "ante fatum" sino "a posteriori", porque Jesùs no conoció nunca el cristianismo, eso vino después) Al principio el hombre no sabía por qué la mujer quedaba embarazada, luego por su instinto animal descubrió que fecundaba pero no sabía quién era padre, fue solo cuando descubre la exclusividad, segregó a la mujer como propiedad (de ahí el nacimiento de la virginidad, la fidelidad y el matrimonio). En los mitos de la creación de Pelagio, el elemento que concebía la vida era el aire: el aire inflaba las olas del mar, inflaba las bolsas, y por tanto inflaba también los vientres de las mujeres. En hebreo el espíritu santo es una palabra femenina (la Ruah), la encontramos sobre las aguas de la creación en la Biblia: "El Espíritu de Dios se cernía (revoloteaba) sobre las aguas" (Gén 1, 2). En algunos mitos leemos que la burra expuesta en el cerro con la cola levantada hacia el viento boreal, era un rito de fecundación. Algunos vieron caer los granos al suelo y luego crecer, por lo que pensaron que el embarazo provenía de un fruto secreto; otros, al ver crecer los ríos, creyeron que el agua era el elemento vital de la concepción, otros más se vieron hinchados tras la picadura de un animal y pensaron en un posible embarazo, pero fue entonces cuando la serpiente tomó la forma de la encarnación de los muertos, porque la gente moría después de la picadura de la que no conocían el veneno. Todas estas experiencias primitivas forman símbolos arcaicos únicos en la conciencia común: era el embarazo, los vientres de las mujeres, el centro donde gravitaba el misterio de la vida, la mujer era la Diosa, el hombre no sabía que él también era partícipe con ella. él era la semilla a la vida y ella la tierra fecunda. Nació pues la primera adoración del hombre hacia la Mujer Diosa y Madre. Puede parecerte extraño, pero lo mismo sucede hoy en día a nivel espiritual: la mayoría de la gente no sabe cómo se nace dentro del alma, cómo se produce la concepción en la unión del dual entre Yin y Yang, entre lo femenino y lo masculino, entre nuestra sombra psíquica instintiva y nuestra luz intuitiva, como estar en equilibrio dando la bienvenida al bien y al mal…

3 DIFERENTES TIPOS DE MADRE
Necesitamos reconectarnos con nuestra madre, en todas sus etapas de desarrollo:
- Estar en paz y armonía con la madre biologica que nos concibió y nos dio la vida, su cuerpo y su leche, de ella tenemos una buena huella, si fue mala (desequilibrios, carencias, traumas) tratemos de remediar, de lo contrario tendremos siempre problemas en las relaciones orales y creativas (orales en el sexo, con la comida, con el tabaco, con el alcohol, etc... son todas acciones con la boca)
- la madre psíquica, esa parte de tu mente que está en contacto con lo femenino del universo, con la espiritualidad, la sensibilidad, la armonía, etc... con ella harás nacer el alma y todas sus virtudes: humildad, hospitalidad, generosidad, amor, etc...
- Luego está la madre tierra que puede hacer mucho: tanto tu sangre como tu aliento dependen de esta madre tierra (siempre femenina).
Tomamos el aire, el agua, la tierra a través de los alimentos, el fuego a través del sol...
Si vas en contra de las leyes de la madre tierra entonces te enfermarás (nunca vayas contra la naturaleza).

SUAVIDAD Y FUERZA
La palabra mujer viene del latín mulier de la raíz molleris que significa blando, suave, refiriéndose a la constitución física de la mujer que es suave, dulce, tierna. Pero también significa blandengue, aguada, es decir débil. Esta debilidad es su constitución psicologica es su tendencia a donarse, abandonarse, pero el dar no debe reducirse a ese sentido de servilismo en el que se ha educado a la mujer desde tiempos inmemoriales. Ser don no significa sólo dar sino en el sentido de ser DON una maravilla, un agradecimiento, un valor, como es el don de la vida, del ser y de la naturaleza misma inherente a lo más profundo de la Mujer, por eso la mujer está llamada por esencia a hacer don de la propia naturaleza femenina, hasta el punto de ser Luz para los demás, de forma natural, sin ostentación, sin esfuerzo, y mucho menos sin FORZAR, por tanto una Luz que viene de lo más profundo, que está ahí y puede manifestarse tal como es, no permaneciendo en la oscuridad, no dispersa, no perdida en el camino del hombre, sino luz por sí mismo. Como una vela que ilumina todo menos a sí misma. El femenino del que todo deriva, un femenino que ama al masculino, que cuida, sonríe, comparte, crea y une. Asì aunque la mujer aparece débil por fuera, es fuerte y potentísima por dentro. 

FEMINIDAD HERIDA
La mujer moderna ha caído en una trampa machista al pensar que el feminismo es producto de una búsqueda de la feminidad, es todo lo contrario, es la manifestación de la masculinización de la mujer.
La receptividad innata de la psique femenina es extremadamente sensible a todas las influencias externas. Cuando una mujer es sometida a la dominación masculina, la brutalidad, el control y el abuso de poder, recibe y absorbe estas energías hasta que se vuelven parte de ella y ahí está el peligro de convertirse en una masculinizada (un hembra), arrogante, acosadora, vulgar, violenta. Le cuesta lidiar con emociones y sentimientos que no son suyos. La sabiduría de la esencia femenina se ha desplazado durante siglos y hasta el día de hoy hacia el macho, pero este no es su mundo, y sus caminos no son sus hábitos. Sus roles naturales como amante, ama del hogar, creadora, sanadora, partera, madre, sacerdotisa y musa no encuentran fácilmente su lugar dentro de la psique de la civilización moderna que tiene un solo objetivo: usar la mujer como mercancía fina y refinada. 

MUJER Y VIRGENCITA (primera parte)
Para entender el grave contraste de la mujer moderna debemos hundir sus raíces en la cultura que hay detrás: la cultura cristiana que creó el modelo de las vírgenes puras, es decir, las mujeres que se dedicaban a la casa, a sus hijos, a las tareas del hogar, custodias de la unión familiar, pero a las que se les negaba abiertamente ser sexy, atractivas, seductoras, incluso la vestimenta era muy casta.
Después del  movimiento de los hijos de las flores (los que llamamos Hippies), la era del 68, vino la revolución sexual, la hembra descubre el atractivo de su belleza, el derecho a sus placeres, su papel también activo en la sexualidad y no sólo pasivamente, experimentando conquistas, entonces nace la mujer femenina, feminista y emancipada (a menudo por desgracia hasta volverse un macho).
El hombre entonces entra en crisis, porque hasta ahora nunca había sido educado ni acostumbrado a concebir estos dos roles en una misma mujer: para él las mujeres sexys, atractivas, emancipadas eran las clandestinas, las amantes, las putas, las putas; eran una mujeres donde encontraba una parte indispensable de su sexualidad... como dice Wolf: la dama respetable le quita al hombre su esencia masculina, la mujer libertina se la devuelve.

MUJER Y VIRGENCITA (segunda parte)
El hombre siente fallar su poder masculino y sexual (he aquí el sexo débil, no la mujer sino el del hombre que no puede soportar el poder sexual de la mujer emancipada) si acepta que su mujer también tiene derecho a vivir el placer de su feminidad sin prescindir de su maternidad. La madre zorra no forma parte de nuestra mentalidad, estamos acostumbrados a ver madres vírgenes (es el modelo cristiano con Maria santísima). En cambio, una mujer que podría satisfacer plenamente a un hombre es aquella que, a pesar de ser una dama en la sala, también es una puta en la cama, sin miedo a los prejuicios masculinos y las críticas a la falsa respetabilidad y el moralismo social.
Para seducir, es decir atraer a un hombre hacia sí, la mujer tiene la ardua tarea de saber conjugar estas dimensiones suyas: maternal y seductora, dama y puta, seria pero emancipada, una mujer de hogar pero que sabe hacer sentir su marido en el cuarto como si estuviera en un burdel. Pero la sociedad muchas veces la condena si vive abiertamente su lado oscuro o salvaje, por lo que la margina más en la clandestinidad o en la represión psicológica y la soledad moral. 

MUJER Y VIRGENCITA (tercera y última parte)
Por otro lado, el hombre es tentado por su egoísmo y arrogancia a no creer en este tipo de mujer, demasiado acostumbrado a buscar siempre el tipo de mujer que le conviene: la que nadie toca porque es pura e inmaculada, su madre. ¡y virgen! Sigue buscando en la mujer aspectos típicos del varón hedonista: dulzura, conquista, sumisión, adulación y entrega a él y a sus hijos. La mujer pues seductora y cazadora pone en jaque mate al hombre contemporáneo y a toda la sociedad clásica, por eso él, aunque desprecie a la puta en público, siempre la busca en secreto porque la necesita para alimentar su dimensión salvaje, pero no reconoce estas mismas necesidades en su mujer (por ejemplo: ella tiene que llegar virgen al matrimonio, pero él no). No hace falta culparla solo a ella, miremos entre bastidores donde se esconde el monstruo del machismo. La mujer no puede ser adorada solamente por un hombre que la idolatra ensuciándola y luego le pide perdón. En lo femenino está la divinidad y la espiritualidad, pero está en la mujer espiritualizar al hombre con su maternidad sin volverlo devoto (mamon) porque tarde o temprano se vengará de una falsa adicción infantil sexofóbica incestuosa y represiva. El machismo lo crearon las mujeres, las mamas frustradas que le dan siempre la razón al hijo macho solo porque es macho.  

NUESTRO ORIGEN: EL ÚTERO
¿Quién recuerda haber estado en el vientre de su madre? Y aunque no hubo nadie que recordara ese momento, ¡no creo por tanto que haya nadie que pueda negar haber estado allí!. Ese contacto casi de fusión con la amada, la madre que nos fecundó, ese contacto de paz, de seguridad, de quietud, de inmediatez, de acogida... ese contacto divino que marca toda nuestra trascendencia para el resto de nuestra vida humana. Todo hombre y toda mujer lleva dentro de sí esa celestial nostalgia del seno materno, esa memoria imprecisa pero definitiva, esa sensación vaga pero estable, esa huella de lo absoluto, algo misterioso que nos trasciende y se refleja frente a un futuro hacia el cual caminamos a lo largo de nuestra vida. Estamos volviendo a la casa del Padre, al seno divino, en busca de un Edén perdido. Génesis es futuro, génesis es profecía.

¿QUIERES UN MUNDO NUEVO? ¡CONFÍA EN LA VIEJA MADRE NATURALEZA!
Se habla mucho de un mundo nuevo, de un hombre nuevo, de una nueva filosofía. Siempre decimos que es hora de un cambio, pero siempre lo han dicho, las guerras han existido desde tiempos inmemoriales, desde los persas hasta los babilonios, griegos y romanos, para nosotros hoy parece haber llegado el momento crítico porque SOMOS los que vivimos esta situación y por eso nos parece terrible, pero siempre lo ha sido!!! El cambio ocurre en cada uno nosotros, la revolución ocurre a tu alrededor y en el mundo que te rodea. TODO EN EL UNIVERSO ES MOVIDO POR LA MISMA ENERGÍA QUE CREÓ TAMBIÉN AL PLANETA Y AL HOMBRE MISMO, el hombre debe comprender que no está separado de la tierra y del universo mismo. Naturaleza y Equilibrio son las llaves para abrir las puertas a un mundo mejor. Y si lo pensamos bien, son las únicas claves que pueden crear división en nosotros, simplemente porque conciernen a todo y a todos en el cosmos. Seamos fieles a la naturaleza, ella como Madre os regenerará!!!

EL MISTERIO DEL CUERPO FEMENINO
La mujer tiene un cuerpo más sinuoso, pues esto indica a nivel cuantísimo que es màs en movimiento, tiene vida, procrea, engendra, se altera constantemente por sus cambios hormonales, es la imitación concentrada más visible de la naturaleza y de Dios. El cuerpo de la mujer es un misterio detrás del cual se abren abismos de condenación o contemplación infinita. Cuerpos segregados en dogmas, hábitos, túnicas, puritanismos y pudor o mercantilizados en la refriega de las publicidades: ustedes mujeres son las primeras en odiar su cuerpo... o lo odian porque no son hermosas, porque no han sido apreciadas, porque no entran en los cánones o estándares sociales creador por el hombre, por lo tanto también tienen envidia y hay de ver cuerpos hermosos, mujeres desnudas, seductoras y lo mercantilizas, por eso es difícil encontrar una mirada limpia de una mujer en el cuerpo femenino. La mujer que se descubre sin vergüenza, que se entrega sin dejarse tomar (como el aire, el sol), si no se siente presa de un objeto fantasma, es la mujer libre de todo tabú corporal ancestral hoy camuflado en mil formas extremas machistas y feministas.

Veo en ti un lobo y un cordero, depende de ti saber vivir estas dos dimensiones sin dejar que el lobo mate al cordero y sin asustar al lobo encerrándote con el cordero en el establo del miedo. Acércate a estos dos animales despacio y sin prisas, conócelos, ambos tienen pros y contras... ambos tienen necesidades de ser tratados, asistidos y alimentados. No hay que reconciliarlos entre sí (como enseña una falsa religiosidad que hace dormir a los corderos y pacer con los lobos, no está en su naturaleza, son fantasías), hay que hacerlos vivir cada uno en su hábitat natural, volverse amigos de ellos pero permaneciendo siempre en el medio como mediación entre ellos.

Todo símbolo ligado al culto de la Diosa Madre fue asimilado al culto al diablo, al satanismo. Se atribuían aberraciones de todo tipo a las mujeres que cultivaban y difundían la sabiduría del vínculo profundo entre la Naturaleza y el ser humano.
Crímenes que hoy pagamos con la degradación de nuestro medio ambiente, con el suicidio colectivo de la humanidad provocado día tras día por la violencia infligida a nuestra Madre Tierra, ese es el verdadero satanismo: el hombre que destruye la naturaleza con sus guerras por el poder.
El cambio que traerá la salvación sólo será posible gracias al redescubrimiento de esos lazos profundos que llevaron a las mujeres a bailar descalzas bajo la luna llena...

LA FEMINIDAD PSÍQUICA
Este poder divino llamado femenino (il Yin) es una capacidad psíquica interna tanto del hombre como de la mujer. El hombre adquiere una individualidad enérgica y completa sólo bajo la influencia de la mujer. Una mujer crea su cuerpo, otra mujer crea su alma, a menos que dedicándose al espíritu, dado que la dimensión espiritual es femenina, ésta lo regenera y lo hace renacer. La mujer real lleva al hombre no sólo a su intimidad FÍSICA sino también al reino del espíritu; las mujeres sin espíritu se vuelven solo carne y hace volver al hombre un carnicero de pasiones. Hoy, muchos hombres se pierden en las calles del mundo moderno precisamente porque han perdido este camino maternal que los llevaría a casa, es decir, al alma, a la intimidad. E incluso la mujer que pierde su interior femenino se vuelve masculinizada, por lo tanto desprovista de espiritualidad e instinto maternal. En un mundo verdadero, no hay matriarcado ni patriarcado, no hay lucha por el dominio. Sólo existe la presencia del amor personal en la relación entre el hombre, la mujer y la naturaleza.

Las cuatro estaciones de la feminidad.
La luna nueva, esa sombra misteriosa de la infancia donde la mujer es ninfa, duende, pura flor de los campos. Entonces comienza la luna creciente, es el esplendor de la belleza y solo escuchas el encanto de tu pasión. Es la estupidez que es una parte integral de nuestra juventud. Cuando la Luna está llena eres mujer, pasión, excitación, seducción, pero también has vivido el eclipse de muchos amores y decepciones, por lo tanto lista para esconderte de nuevo en tu oscura esencia. Es hora de la luna menguante, nada que llorar, nunca remordimientos, la edad es una enfermedad para aquellos que no viven sus días al máximo, aquellos que realmente entienden la naturaleza de una mujer saben que da lo mejor de sì misma solo cuando es madura.

LA ESENCIA YIN DE LA MUJER
La vida de la mujer en su interioridad es cíclica, fluctuante, entregada. El útero en ella crea un VACÍO, un cóncavo, siempre un recordatorio de una dimensión eterna y profunda de dar, como la esencia vacía de un átomo que crea materia continuamente, por eso cuando la mujer se vacía fuera de sí, en el mundo exterior, se desespera. Siempre escucha un llamado ovular, interno, en espiral, si no sabe identificarlo vive inquieta. La mujer es fuente de vida, fuente de misterio, por naturaleza necesita recrearse desde dentro, es la llamada a lo sagrado, a lo divino, al mundo de las hadas, a la libertad, al contacto con la naturaleza, con el arte. Las mujeres privadas de este contacto con su vacío interior se exteriorizan, por eso se polarizan sólo con el cuerpo, su belleza física y se pierden en la superficialidad externa. 

EL ALMA DEL UNIVERSO ES FLUIDA
Todos nosotros en el vientre experimentamos el movimiento de fluir, incluso el parto es un fluir, la respiración es otro fluir de aire... la vida está llena de este movimiento que es natural. Todo encuentra un sentido hacia la fluxión: incluso la sangre que corre por nuestras venas no hace más que FLUIR. La mujer en su plenitud espiritual es pura fluidez: flexiva, dilatada, abierta, acogedora, nunca es rígida, tirante, cerrada, no se doblega, no se tensiona, no se agrieta. Siempre que no sientas el flujo es porque algo grave o peligroso está por suceder. La fuerza psíquica Yin femenina es el punto donde el flujo de Yang masculina se detiene para transformarse.

MUJER, MATRIZ DE LA CREACIÓN
Lo femenino es la matriz de la creación, esto es innegable, y toda mujer lo sabe y lo siente en lo profundo de su vientre. La vida proviene de la esencia de lo femenino en la naturaleza, de las mujeres, tanto de las hembras humanas como de los animales y de las plantas: conciben, generan, crían, cuidan. Nuestra sociedad nos ha olvidado y alejado de este misterio de cómo la madre participa de esta maravilla, ofreciendo su propia sangre y su cuerpo a lo que saldrá a la luz.
Las culturas religiosas se han basado en un DIOS espiritual, no en uno encarnado (incluso Jesús, el verbo ENCARNADO, una de las mayores filosofías que hace de Dios Hombre y de la materia un reino espiritual, ha sido tergiversado y se volvió abstracto por dogmas políticos y religiosos), por eso el aislamiento de la mujer en el campo de la religión, la política, la sacralidad social, por eso la única ENCARNACIÓN que se le da a la mujer hoy es ofrecer su cuerpo a la pasión VACÍA, lo que la desencarna espiritualmente (la desnuda en manera vulgar). Los ligeros intentos de dar espacio a la mujer hoy apuntan en la dirección equivocada porque carecen de su sacralidad y espiritualidad esencialmente maternal.

EL ENCUENTRO DE MUJERES
Desde tiempos inmemoriales, las mujeres siempre han tenido la costumbre de reunirse, de estar juntas, de recrear un espacio que la Diosa Shakti llama: el espacio de las Diosas. Esta Diosa es la energía de vida inmanente personalizada, es decir, el poder dentro de cada uno de nosotros. No te sorprendas si las mujeres sienten de vez en cuando esta necesidad de estar junto a una amiga y hablar libremente la una de la otra, pero es una lástima que la mujer inconsciente, no inmersa en su fluir interior, tome estos momentos como una charla superflua, el momento de chismear sin fin y sin razón. Si hay espíritu vivo, las mujeres de la tertulia desprenden una energía y lo que a una le falta, otra la da, generándose así un intercambio de energía que entre otras cosas produce altos niveles de oxitocina; hablar excita a las mujeres en ciertos períodos del mes, es parte de su ritmo cíclico y hormonal, también baja los niveles de estrés y luego ayuda a crear una mayor empatía con el mundo en general. Reunirse entre mujeres es un sano hábito cuando en el centro hay algo espiritual verdaderamente profundo, bastan las cosas sencillas: una meditación, el baile, el canto, el diálogo y la confrontación creativa, dando lugar a la risa, a la salida de dudas y traumas, a la intercambio de experiencias... Cuando falta el espíritu de vida que une a las mujeres, entonces las mujeres se vuelven maliciosas, chismosas, destructivas, ácidas, superficiales y hasta pérfidas y crueles. Es importante que una mujer sepa elegir a sus amigas: Un círculo de mujeres reales deja fluir la sabiduría natural que existe en cada mujer, la vuelve intuitiva, empática porque despierta la información genética ancestral y puede ayudar a recrear redes neuronales y perdidas conexiones entre el útero y el cerebro, porque la mujer piensa con sus ovarios, ahí está el centro creativo de su cuerpo... si hacemos círculos de mujeres podemos llegar a una masa crítica y despertar la feminidad consciente.

Cuando descubres la maternidad de la naturaleza
te sentirás como en casa, estés donde estés.

Nuestro gran error como civilización nació hace mucho tiempo cuando hicimos invisible y celestial todo lo que era sagrado y abstracto, la consecuencia lógica fue que todo lo terrenal se volvió profano, un mundo inmundo por lo tanto desacralizado. Dios se hizo sólo Hombre y la civilización dominada por el varón, Dios se hizo sólo padre y el interés social Patrimonio (no el matrimonio, por lo tanto la mujer más bien un objeto del patrimonio social). La herencia sólo crea una realización material externa, nunca interna o espiritual, y esto sumerge al ego en su propio abismo de egoísmo. De este abismo nace la violencia y nació la política para enmascararla y nació el sacrificio religioso para justificarla.
Foto: "La Fonte della Vita" de Matteo Arfanotti

Lo femenino es esa capacidad psicológica (tanto en hombres como en mujeres) que sabe educar nuestra dimensión masculina (tanto en hombres como en mujeres) para compenetrarnos con la naturaleza. Quien no respeta la naturaleza y no vive en armonía con ella, es prueba de su no evolución interior, la consecuencia es lógica: la naturaleza se rebela y somos presa de sus fuerzas innatas e inconscientes.

En el silencio de tu útero
está escrito lo que pasa en la savia del árbol:
eres tu propia esencia
para saber hay que pasar por ciclos
de vida y muerte 
sin archivos adjuntos
sin desesperar.

"Una mujer sana es muy parecida a un lobo: robusta, consistente, dotada de fuerza vital, portadora de vida, territorial, inventiva, leal. La separación de la Naturaleza hace que su personalidad se diluya y le da un aire fantasmal. Nosotras, las mujeres, no vinimos a este mundo a estar medio vivas, incapaz de impulso, de cazar, de dar a luz a la vida, de crear.
Cuando la vida de las mujeres se vuelve estática, ha llegado el momento de dejar emerger a la mujer salvaje: es el momento de que las funciones creadoras de la Psique inunden el delta… Lo que significa: rastrear el territorio, encontrar el propio rebaño, empezar a existir en el propio cuerpo con confianza y orgullo independientemente de sus cualidades y limitaciones, hablar y actuar en nombre de uno, ser sobrio y consciente, mantenerse alerta, aprovechar los poderes femeninos innatos de intuición y sensibilidad, adherirse a los ciclos propios, encontrar lo que pertenece a nosotros y elevarnos con dignidad hacia los más altos niveles de conciencia".
CLARISSA PINKOLA ESTÉS
 Mujeres que corren con los lobos 

DIOS TAMBIEN ES MADRE NO SOLO PADRE
Aunque la Biblia se refiera a Dios Madre (en el libro de Isaías), la divinidad actual que ha moldeado la cultura no contiene una dimensión femenina. La Trinidad cristiana ha sido definida con una imaginaría entidad enteramente masculina (padre, hijo y espíritu son todos tres masculinos). Ni el judaísmo ni el islam son la imagen femenina arquetípica de Dios. Todas las religiones que dominan la tierra son huérfanas de esta dimensión femenina. Con la pérdida de la imagen femenina del espíritu, se ha perdido el concepto del alma como una realidad invisible conectada con el mundo. Como resultado, la naturaleza y la materia han sido progresivamente desconsagradas. La Tierra ya no es Diosa ni Madre, por tanto no existe una relación sana y solidaria sino que se explota la materia como mercancía a la par de la mujer como objeto y la espiritualidad como fantasía para acaparar a los más ignorantes con la religión. Mientras lo femenino no forme parte del colectivo social, el mundo siempre será presa de la arrogancia psíquica masculina (codicia humana y egoísmo)

CUANDO LA MUJER DIO A LUZ EL SENTIDO DE LA HUMANIDAD
Para una mujer el mundo físico y el mundo espiritual nunca pueden estar separados: ella lleva la luz del mundo dentro de las células de su cuerpo; la sexualidad de la mujer por ejemplo es un darse  que queda siempre adentro ella (mientras que la del hombre es un tomar, coger, poseer al go que se queda siempre por fuera de él), el hombre la expresa afuera con la eyaculación, precisamente porque la mujer no tiene que vaciar su templo sagrado, ella es  la diosa, sino que necesita “conscientemente” reconocer “ este potencial divino y su conocimiento profundo, para que podamos vivirlo al servicio de la vida y de la necesidad de los tiempos.
El mundo necesita la presencia de mujeres despiertas y luminosas en el alma, porque su luz espiritual es el don más grande que pueden dar a sus hijos, levantando una generación luminosa y capaz de trabajar con la sustancia de la vida, para sanar y transformar a toda la humanidad; si vivimos en tiempos de tinieblas es porque nacimos de mujeres mantenidas en tinieblas o ignorancia espiritual.

El arquetipo de la Gran Madre tiene una cantidad casi infinita de aspectos.
La autoridad mágica de lo femenino, la sabiduría y elevación espiritual que trasciende los límites del intelecto; lo que es benévolo, protector, tolerante; lo que promueve el crecimiento, la fertilidad, la nutrición; los lugares de transformación mágica, de renacimiento; el instinto o el impulso de ayuda; lo secreto, lo oculto, lo tenebroso; el abismo, el mundo de los muertos; lo que devora, seduce, embriaga; lo que genera angustia, lo ineluctable. (Jung)

El alma como la mujer es el único poder que posee una esencia creadora, es lo que llamamos el femenino psicológico, la fuerza Yin, el utero del espíritu, por lo cual sólo puede regenerarse quien siembra razones en el espíritu, sólo puede renacer quien fecunda sentimientos espirituales.

Lo femenino psicológico, nuestra parte Yin, no es sólo la capacidad de intuición psicológica sino que también està ligada a la infancia.... por eso para amar a una persona es imprescindible conocer su pasado y amar al niño o a la niña que lo habita, que se nasconde en cada uno de nosotros.



La mujer es prueba de la existencia de Dios, lleva consigo el don de crear, procrear, sanar, sufrir, criar, comprender, darse… es una chispa de la Gran Diosa Madre Tierra. Pero si no es fiel a su ser es la demostración de la existencia del demonio, trae rencillas, contiendas, muerte, celos, abandono, intrigas, perfidias, crueldad. Con sus ondulaciones, el cuerpo de la mujer demuestra la fuerza del misterio que se libera de la gravedad material, es un empujón hacia lo divino, hacia la armonía entre el tiempo y el espacio. El cuerpo de la mujer es una invitación a la búsqueda del misterio divino o a la perdición temporal.

LA DIOSA SHAKTI
En sánscrito Shakti significa energía, es la diosa que impregna todo el universo,
es la fuerza que crea o destruye todo. Representada en la Diosa Yoni (la vulva o vagina), lugar de nacimiento de todos los seres vivos.
 
"El hombre piensa. La mujer sueña. Pensar es tener el cráneo de una larva; soñar es tener un halo en la frente. El hombre es un océano. La mujer es un lago. El océano tiene la perla que adorna; el lago la poesía que encanta. El hombre es el águila que vuela. La mujer es el ruiseñor que canta. Volar es dominar el espacio, cantar es conquistar el Alma. El hombre es un templo. La mujer es el santuario. Frente al templo descubrimos nosotros mismos, frente al santuario nos arrodillamos. Finalmente: el hombre es donde termina la tierra, la mujer donde comienza el cielo..."
Victor Hugo
El hombre y la mujer

El hombre es la más alta de las criaturas. La mujer es el más sublime de los ideales. Dios hizo un trono para el hombre, un altar para la mujer. El trono exalta, el altar santifica. El hombre es el cerebro. La mujer es el corazón. El cerebro produce luz, el corazón produce amor. La luz fecunda, el amor resucita. El hombre es fuerza para la razón. La mujer es invencible por las lágrimas. La razón convence, las lágrimas conmueven.
Victor Hugo
El hombre y la mujer

El hombre es capaz de todos los actos heroicos. La mujer de todos los martirios. El heroísmo ennoblece, el martirio sublima. El hombre tiene la supremacía. La mujer es la preferencia. Supremacía significa fuerza; preferencia representa derecho. El hombre es un genio. La mujer un ángel. El genio es inconmensurable; el ángel indefinible. La aspiración del hombre es la gloria suprema. La aspiración de la mujer es la virtud extrema. La gloria engrandece todo; la virtud hace que todo sea divino. El hombre es un código. La mujer es un evangelio. El código corrige, el evangelio perfecciona".
Victor Hugo
El hombre y la muje

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