Mujer Lunatica o Lunar?

 

LA MUJER ES UN CICLO DIARIO
¿Si pudiéramos entender que la magia femenina no es locura, no es brujería, no es histeria, no es rebelión pero son los cuatro estados juntos? Cada mujer está habitada por 4 estados, ciclos, fuerzas y tendencias hormonales que la transforman a cada rato, constantemente. Cada mujer debe compartir un solo cuerpo con 4 dimensiones diferentes, porque la mujer es cíclica mientras que el hombre es lineal. La mujer es la ola del mar, el hombre la roca en la playa. Si los hombres entendieran que la mujer cambia como la luna todo les sería más fácil y si la mujer entendiera lo que sucede en su cuerpo cíclicamente sería una Diosa.

Foto Credito: autora Julia Larotonda - https://www.facebook.com/juliaroartes



LOS 4 ÁNGULOS DE LA MUJER
La mujer es un ser complejo, tiene la vida en sí misma como fuente, en el útero, tiene un instinto que va más allá de conservar esa vida y por lo tanto tiene una fuerte intuición psicológica y espiritual, entonces la mujer es cíclica, no es lineal como el hombre, su ritmo lo marca el ciclo menstrual, lo que la hace siempre diferente, como si dentro de ella hubiera más mujeres (son las hormonas las que saltan en ella, cambiando tanto las perspectivas sentimentales como las temperamentales e incluso mentales). La mujer o es lunar o es lunática, es decir, si se sincroniza conscientemente con los ciclos de la luna es lunar y adquiere el máximo de su potencial (es el poder del Yin, la intuiciòn, la capacidad interior de entender sin pretender), si en cambio no es consciente de ello se vuelve lunática, presa de sus fluctuaciones hormonales y cambios psíquicos inconscientes (sin el poder del Yin la mujer es histérica, voluble, inconstante, siempre nerviosa). El propio cuerpo de la mujer está formado por curvas sinusoidales, no como la del hombre que es más dura y recta, y precisamente estas ondas denotan un movimiento constante en el interior de la mujer que si no es armónico, patina en cada curva. El hombre es come el agua de un lago, firme y constante, mientras la mujer es como un mar siempre en burrasca. 

Foto Credito: autora Julia Larotonda - https://www.facebook.com/juliaroartes


DAR A LA LUZ COMO LA LUNA 
Hay un momento en la vida en que una mujer comienza a sentirse parte integral del proceso creativo, es el ciclo menstrual, porque sabe que a partir de ese momento puede quedar embarazada, sus pensamientos siempre están embarazados y vive ese momento cada mes muchas veces con miedo, es un suave terror que la pone ansiosa, nerviosa, incluso histérica, sólo una buena pareja, capaz de entender este ciclo, puede librarla de este miedo (ni siquiera la pastilla anticonceptivas la ayudan, porque ésta también modifica su ritmo orgánico y la desequilibra). El punto de inflexión está marcado por su primera menstruación. Antes es todavía una niña y vive un tiempo lineal caracterizado por el discurso homogéneo de sus días sin mayores cambios. Ella vive en el tiempo del hombre, plano, lineal: pasado, presente y futuro... un principio y un final. En cambio, la menstruación la introduce en el mundo cíclico del eterno retorno, en la ley del nacimiento, la muerte y el renacimiento. Pero la sociedad es lineal, el tabú de la menstruación está oscurecido, no se habla de eso, ella tiene que esconderse cuando sangra, no tiene que decirlo, entonces pierde su sincronía con el ritmo de la luna y la madre naturaleza. De esta forma la mujer siente que se muere cada mes mientras sangra, es una herida abierta y no descubre que la menstruación es en cambio una fuente de vida introspectiva si la mujer es capaz de sincronizarse con el ciclo de la luna; no es casualidad que la luna realiza una vuelta a la tierra en 28 días, exactamente el tiempo promedio de un ciclo menstrual.


EL PRIMER CICLO
Muchas mujeres no recuerdan la fecha de su primer período o ciclo, ni siquiera el mes o incluso el año. Todo esto por el tabú que la sociedad lineal y patriarcal que ha infundado sobre este misterio, no le dieron ninguna importancia. En la antigüedad, en las sociedades matriarcales más avanzadas, este era un día de celebración tanto como de cumpleaños, porque en este día la mujer descubrió que estaba lista para procrear vida, para crear y recrear a la humanidad, era su renacimiento evolutivo. El primer ciclo es un momento importante en la vida de una mujer (regístrelo en sus recuerdos). Lamentablemente este evento pasa desapercibido en la mayoría de los casos, o se vive sin la conciencia y la importancia de saber que la mujer tendría acceso a un mágico poder psicológico y fisiológico con el ritmo de vida. En muchas civilizaciones antiguas, pensemos en las amerindias, el poder del culto era un privilegio de las mujeres, porque el hombre para ofrecer un sacrificio tenía que matar, tenía que sacar sangre a través de una víctima (cordero, paloma, toro, corte en la piel, etc....) mientras que la mujer era la única que podía tener sangre sin herida, era la sangre menstrual, la única sangre que brota por la gratuidad de un don y por eso hay que reevaluar el significado de la menstruación en una dimensión interior y espiritual, para liberar a la mujer de los dolores de la menstruación.


SI EL HOMBRE PIENSA CON LA CABEZA GLANDE, LA MUJER OYE CON EL CORAZÓN OVÁRICO
En nuestra sociedad no existe una educación encaminada a hacer entender a las niñas que después del primer ciclo su vida será un mar a merced de los cambios de ondas hormonales, que su cerebro en adelante estará ligado a los ovarios, como suele pasar al hombre con el glande (con la cabeza de abajo... porque empujada por la testosterona cuando comienza su pubertad), la mujer es movida por el fluido vital de su sangre y por el movimiento de su útero. Entonces, las diferencias en los circuitos cerebrales son obvias entre hombres y mujeres. En las mujeres los circuitos cerebrales se activan principal e inicialmente en estas áreas: lectura de las expresiones visuales (es por eso que la mujer nota si mientes, si ocultas una emoción), movimientos de manos, signos faciales, tienen un 11% más de neuronas en comparación con los hombres en el área de hablar y escuchar (motivo de la locuacidad femenina); en los hombres, en cambio, la zona sexual se ve afectada dos veces y media más que en las mujeres y también la zona de las agresiones (por eso sexualizan todo y a cada momento). Son los circuitos de las neuronas masculinas las que empujan al hombre (cargado de testosterona) a pensar en sexo varias veces al día, no es un pervertido, es su naturaleza. Por otro lado, si un hombre desarrolla atención psíquica femenina, tendrá una carga de estrógenos y, al igual que una mujer, también podrá escuchar diálogos, leer y observar movimientos, expresiones faciales y emociones. Por lo tanto, todo depende de las cargas hormonales en las áreas del cerebro. Y si una mujer desarrolla su parte Yang psíquica masculina, regula sus altibajos de humor. 

DIFERENCIAS HORMONALES ENTRE CEREBRO POR GÉNERO
El cerebro humano puede compararse a un jardín que cambia con el paso de las estaciones, por lo tanto verde en primavera y luego seco en otoño y frío en invierno, cambia sí pero muy lentamente, con calma y serenidad; el cerebro de la mujer, en cambio, se puede comparar con el clima atmosférico, cambia constantemente, por la mañana puede hacer sol, pero puede llover por la tarde y puede hacer frío por la noche. Si te fijas en la foto de la publicación ves el seguimiento de un cerebro masculino y otro femenino en reposo. El hombre se fija en algún pensamiento o problema, mientras que la mujer, aunque físicamente quieta, piensa en muchas cosas (impresiones, emociones, tareas para mañana, problemas de amigos, etc.). Las hormonas son las causantes de este cambio tan drástico en la mujer hasta el punto de hacerla percibir la realidad de forma diferente incluso de un día para otro, al igual que el clima. Que digo de un dìa para otro, en algunas cambia después de algunas horas: por la mañana le gustaba una cosa y ya por la tarde quiere otra, cambia puesto a las cosas, los muebles en casa van cambiando de puesto como fichas de ajedrez, etc... no es locura, es su naturaleza, fluye por dentro como un mar en tormenta cuando las hormonas cambian. 


LOS 4 PILARES DEL CICLO FEMENINO
Para muchas adolescentes, la educación al misterio de la menstruación se reduce a saber comprar las toallas higiénicas adecuadas y no dejar saber a nadie que tienen sus "COSAS" ("nuestras cosas", palabra misteriosa que suena a mafia, a lúgubre, algo tenebroso, engañoso!!! que tristeza, es absurdo), dejando así en lo desconocido una de sus mayores armas introspectivas psicológicas y espirituales. La primera menstruación se denomina menarquia y aparece en la edad que va de los 12 a los 14 años. Los casos excepcionales son tanto la precocidad como el retraso, de los 10 a los 16 años. 
A partir de ese momento, la niña debe aprender que su vida es un viaje de altibajos, en el mar de hormonas, en las mareas de ritmos en constante cambio. 4 son los cambios:
1. Fase menstrual, la mujer sangra, es su sacrificio a la vida, natural y silencioso, es un período en el que se entra por el dolor en la mente del alma, en lo más profundo. Busca momentos de silencio (invierno interior: usa la cabeza o la razón)
2. Fase preovulatoria, es un periodo de evolución, se entra en la mente pensante, la mujer tiene un alto grado de intuición. (primavera interior: usa el corazón o sentimiento)
3. Fase fértil, ovulación, aquí la mujer está en medio de su locura, es todo corazón, mente emotiva, entregada, capaz de todo, optimista. Fácil caer en el engaño del entusiasmo irracional y hacer o decir cosas de las que te puedes arrepentir, el ímpetu es muy fuerte, si se maneja es fuente de emoción energetica (verano interior: usa la cabeza o razón)
4. Fase premenstrual, aquí es la caída, después del mar de emociones bajan las hormonas y también nuestro estado de ánimo, la mente toca el subconsciente y experimentamos una muerte interior (otoño interior: usa el corazón o sentimiento).


LA PUESTA DE UN AMANECER
La menstruación comienza el primer día de sangrado. Un tiempo en el que se cierra el ciclo anterior y comienza un nuevo ciclo. Este abandono de la mujer es visto como una herida, pero pocos lo ven como una fuente que brota, todo lo que brota es un fruto (no es solo una herida que sangra sino una fuente que brota, no es solo muerte sino sobre todo vida). Este es un tiempo de muerte e introspección, pero también de renacimiento, de purificación (no porque la sangre sea algo sucio, sino porque el cuerpo vuelve a regenerarse), se completa la liberación de un ciclo. En este punto, la mujer tiene el potencial de contacto dentro de ese templo frío, oscuro y receptivo de sus entrañas, la parte intrínseca de su naturaleza. Un momento de intimidad y de acercamiento al espacio interior y profundo, muy profundo, que nos recuerda los valores hoy olvidados (la herida abre la piel, es como un portal a nivel interior), pero por lo regular nos hicieron ver las heridas como algo que temer, esconder, no mirar y tapar inmediatamente. La herida del menstruo es un portal. Por eso la mujer muchas veces es silenciosa, frágil, confusa: la sangre sale como ella misma entra, es un movimiento circular, como la sangre, como el fluido del agua en las entrañas de la tierra que brota en la fuente y acaba en los océanos Si la mujer fuera consciente experimentaría esta ciclicidad universal, el contacto con los ríos de la tierra. Estos días (del 3 al 7) son un viaje hacia el potencial oculto de la mujer.... lo llamaremos el viaje rojo.


DÍAS DE DISOLUCIÓN: EL VIAJE ROJO
Durante la menstruación, el endometrio se desprende. Con la hemorragia también se eliminan pedazos de mucosa, por lo que las paredes del útero se vuelven más delgadas. Característicamente, la mujer también se derrite, sus emociones son muy fuertes, muy sensibles, diríamos casi heridas; su instinto está adelgazado, sutil, cortante, tajante, por eso durante el período la mujer es hipersensible, no es un rumor o mal chiste decir que una mujer está menstruando es muy inestable, está herida internamente, en la psiquis sobre todo, y quien no lo sabe, sobre todo la mujer misma si no es consciente, se convierte en un problema para saber manejar las emociones. Simbólicamente, esta fase del ciclo representa la intensidad de los procesos psíquicos de lo femenino, la capacidad de adentrarse en las profundidades del ser. Si la mujer está desprovista de espiritualidad aún peor porque experimenta esta herida en la superficie y por lo tanto con irritación, aquí está la característica típica de la mujer menstrual: irritada, enojada, casi histérica, pero las mujeres espirituales y en armonia con la naturaleza son lo contrario: silenciosas, introspectivas, profundas en el pensamiento, porque la sangre que corre en la psiquis es el sentido que encuentran en todo lo que muere, vuelven a encontrar la verdad en la mentira, el sentido en el absurdo, la luz en la oscuridad. Están fluyendo con la sangre, como el universo que las mueve. Debe ser un periodo de quietud, de descanso, de nada que hacer como en muchas tribus antiguas (después de que se convirtió en segregación como veremos más adelante), son días que llevan a la mujer a adentrarse en los espacios fértiles y nutritivos de la dimensión interior.


L'ESILIO MESTRUALE
Abbiamo parlato precedentemente come il periodo della mestruazione era inizialmente giorni di riflessione e meditazione, di quiete, di introspezione, la donna vive sia la morte che la rinascita. Ma nell'era patriarcale questo periodo diventò un vero e proprio esilio di discriminazione e segregazione, persino nella Bibbia si raccomanda le donne di non toccare nulla e che nessuno tocchi una donna in mestruo, altrimenti tutto rimane impuro (Levitico 15, 19) A noi quel che veramente è impuro è questa mentalità, lo stesso Gesù disse che tutto è puro per i puri ma l'occhio sporco vede tutto sporco (Mt 6,22). Ancor oggi alcune regioni del Nepal si usa questa pratica, chiamata Chhaupadi, che proibisce alle donne hindu di partecipare alle normali attività familiari durante le mestruazioni perché considerate impure. Le donne sono tenute fuori casa e devono vivere in una capanna di fortuna per vari giorni. In questo luogo di isolamento, le donne avevano con sé un cucchiaio, un piatto ed un’accetta, gli unici mezzi con i quali potevano toccare cibo, prepararsi da mangiare e procurarsi legna per il fuoco o acqua per bere. Il tabù si è sparso in ogni continente, le dicerie e le superstizioni sono numerose: se la donna con mestruo tocca un dolce si rovina, se taglia i cappelli ad un altro o tocca una pianta marciscono, se fa sesso l'uomo contrae la lebbra o altra malattia pericolosa, ecc... tutte queste idiozie hanno reso questi giorni paurosi, sporchi, temibili e tabù.  In realtà come abbiamo visto nei post precedenti, sono giorni pieni di grazia mistero e potenzialità, perchè un corpo che sanguina e non muore, è un corpo potente, è un guerriero che sempre si rialza, è un richiamo all'immortalità e questo corpo fa paura, desta ammirazione (la paura ed ammirazione che servano gli uomini per la vagina sanguinante si cela in questo tabù).

DÍAS DE CONCENTRACIÓN
En los días de la menstruación la mujer deberá sincronizarse con el flujo, con el adelgazamiento de su matriz y percibirá que no es casualidad como su intuición es verdaderamente mágica: Suena el teléfono y ya sabes quién es. Piensas en una persona y poco después te llama o te hablan de ella. Tienes una canción en la cabeza y de repente sale al aire en la radio. No es brujería ni santidad, es magnetismo animal, son ondas magnéticas que se captan en el aire que fluye en base a la misma frecuencia que el fluyo menstrual. 
Las barreras se adelgazan y los contenidos inconscientes se filtran con más facilidad hacia la mente racional, que los absorbe como una esponja. La descamación del revestimiento interno del útero es una especie de "cambio" de nuestra psique. Al igual que el cuerpo, que en esta fase se vuelve más sensible y perceptivo por el flujo de la sangre, así también las facultades psíquicas de lo femenino se "abren" y se vuelven más disponibles: la intuición, el instinto, la sensibilidad y la percepción de la realidad son màs intensos, si la mujer no està en armonia entonces vuelve esta sensibilidad solo en quejas, dolores y caprichos. Uno es más receptivo, más atento a los detalles, más capaz de captar sentimientos, emociones, estados de ánimo propios y ajenos. Varias mujeres tienen sueños más lucidos y vívidos en este periodo y los recuerdan claramente.

SIENTE LA LINFA INTERNA
Toda la fuerza interna del flujo de sangre en el ciclo menstrual de una mujer encuentra sentido en estas profundas palabras:
"En todas las mujeres, especialmente cuando entran en una edad madura, hay una fuerza subterránea e invisible que se expresa a través de intuiciones repentinas, explosiones de energía, percepciones agudas, impulsos pasionales: un impulso abrumador e inagotable que las empuja obstinadamente hacia la salvación, hacia la reconstrucción de cualquier integridad rota. Como un gran árbol que, aunque amenazado por la enfermedad, golpeado por los elementos, atacado por la furia del hombre, nunca muere, sino que milagrosa y pacientemente continúa alimentándose de sus raíces, se regenera y renace para mantener su espíritu vital para que para poder generar nuevos brotes a los que confiar esta herencia impagable". Clarissa Pinkola Estés

Foto Credito: autora Julia Larotonda - https://www.facebook.com/juliaroartes






ARTE PRECOLOMBINO NAZCA DEL PERU,
ASIENTO CUENCO PARA MUJER EN MENSTRUO, 200 AC
En muchas culturas antiguas, la sangre de las mujeres se devolvía a la madre tierra, se recolectaba y luego se derramaba en los campos. El hombre necesitaba la sangre que era vida para darla como sacrificio a los dioses, la mujer en cambio la tiene en su cuerpo sin necesidad de matar a nadie. Donar tu sangre a la Madre Tierra te hará sentir infinitamente mejor, es un gran ejercicio sacrificatorio ancestral. Menstruar en medio de la naturaleza, en un bosque o junto al acantilado del mar, nos hace restablecer un contacto especial con nuestro ser natural y cercano a la Diosa Natura. Antes del advenimiento de la sociedad patriarcal, la sangre menstrual se consideraba sagrada porque representaba el flujo de vida y energía. Hoy en día solo las empresas de toallas higiénicas y los ginecólogos se ocupan de la menstruación, de lo contrario se evita el tema. La menstruación es una especie de molestia que hay que esconder, casi una imperfección que hay que soportar. La tarea de la mujer hoy es liberarse del tabú, de la visión negativa de la sangre menstrual para acceder a una dimensión interior en la que redescubrir sus saberes perdidos. Simplemente busca un momento durante tu regla para estar contigo misma, sangrar sin tampones o, mejor aún, en contacto con la tierra. Derrítete en armonía con tu ciclo, deja que tu cuerpo entre en contacto con las ondas de frecuencia energética del creador que están fluyendo constantemente dando vida y con el pensamiento trata de imprimir en esa sangre todas las cosas que te lastiman, que te duelen, que te bloquean, así la energía negativa será succionada por los menstruos y la opresión se evacuará.


SEXO Y MENSTRUO
Todas las sensaciones corporales si son reprimidas se vuelven negativamente más intensas, por lo que haber visto el sexo como sucio y además también la menstruación, ha hecho incompatible el sexo con la menstruación como momento de intimidad. En realidad es un momento de máxima intimidad de la mujer consigo misma y si se comparte puede encontrar intensos espacios de diferentes emociones. La energía sexual durante la fase menstrual puede ser muy alta, si la mujer no es inhibida por su sangre; las hormonas en tumulto provocan reacciones diferentes en cada mujer, en ocasiones pueden conducir a orgasmos muy diferentes. Y más aún: ser acogido y acoger más allá de las apariencias estéticas, sin descuidar la atención a la higiene necesaria es vencer bloqueos, porque la sangre en estos momentos hace diferente al cuerpo (en algunos casos la alteración del PH, irritaciones o candida pueden hacer una mezcla no favorable). Descubrir que la sangre no se produce de un herida sino de un placer, que se mezcla con los flujos de vida y no de muerte como comúnmente se ve sangre, es una experiencia de contraste libertador. Esas gotas de sangre son el residuo de un regalo no fecundado. Una expresión de una percepción profunda, la sexualidad ahora puede alcanzar niveles raramente experimentados antes. No digas "nos ensuciamos" ni "nos manchamos de sangre" porque hasta la palabra mancha tiene un valor o connotado negativo, sería mejor decir "nos coloreamos" "nos pintamos" "nos untamos", porque la sangre no es el resultado de una herida sino de un don total. Lo ideal es compartir este momento con una compañero capaz de entender el fluir natural energetico, la sagre adquiere valor de vida, no de muerte. 


EL RENACIMIENTO
Después de la menstruación, los nuevos tejidos van creciendo, la mujer se renueva fisiológicamente, el cuerpo se prepara para acoger y concebir una nueva vida en caso de que se presente, pero si no sucede, lo mismo a nivel psicológico la mujer siente la necesidad de emprender proyectos, de hacer cosas nuevas, por eso estos son los días en los que retomas la lectura de un libro que dejaste el mes pasado, quieres hacer una limpieza a fondo, se te ocurre algún proyecto. En esta etapa, la progesterona, la hormona de la tranquilidad, se encuentra en un nivel bajo. Por otro lado, el estrógeno, las hormonas que estimulan la reproducción y el crecimiento celular, se encuentran en niveles elevados. Entonces es importante entenderse para conocerse: después del período (regla o menstruo) los siguientes días son los más productivos, es tu primavera, eres una fragua de ideas y deseos, aprovéchalos, la inspiración está en lo alto. Muchos pensarà que estàs locas porque empiezas a hacer mil cosas que, seguramente cuando las hormonas se bajaran dentro de pocos días, abandonarás o no te interesarán más. Es la alta marea, aprovéchala para subir sus olas gigantes y hacer un buen surf. 



LA LUNA MENGUANTE Y EL ESPÍRITU CRECIENTE
Después de la menstruación la mujer también debe sentir el ciclo lunar creciente, es como un manantial. La mujer se siente más sensual y seductora. La sexualidad suele ser juguetona y provocativa. Es una fase YANG extrovertida. Hasta la mujer màs introvertida y timida se mira al espejo con placer. No se sorprenda si la misma mujer que te dijo hace dos semanas que el baile es insignificante, esta semana quiere salir a bailar contigo... es una Lunática, a menos que esté al tanto de estos aumentos o fluctuaciones hormonales. La mujer lunar sabe en qué período poner en marcha sus proyectos y en qué período dejarlos en hibernación sin contradecirse. Lo importante es que sepáis que cuando la Luna es creciente en el ciclo menstrual, la emotividad de la mujer se siente en tacones altos y se siente alzar el vuelo en todo lo que hace y quiere. 
Foto Credito: autora Julia Larotonda - https://www.facebook.com/juliaroartes


SINCRONIZACIÓN DEL CICLO CON LA LUNA
Comienza a sincronizar tu ciclo con luna llena o luna nueva, es muy saludable. Tus óvulos debes sincronizarse con el flujo lunar, con la luz y la sombra de la luna. Piensa cuanto es maravilloso sentir que tu mente irradia la luz o sombra del sol interior, es decir de tu conciencia. Sabes cuando tienes energía y cuando te manca, cuando eres influyente y cuando eres influenciado. Dependiendo del momento de la vida cuando se puede encontrar más en sintonía. Si la mujer aprende a actuar de esta manera comenzará a sentir una energía entre ella y la naturaleza que le facilitará cada acción, decisión, emoción, impulso. Si tu ciclo no coincide con el lunar, no te metas en problemas haciéndote violencia mental, muchas veces toma uno o dos años reprogramar el reloj fisiológico con el de la naturaleza, basta que seas constante.
La sincronización con la luna llena brinda la oportunidad de exteriorizar y dar forma al mundo para la creatividad interna y encontrar las fuerzas y energías necesarias en el momento adecuado. La sincronización con la luna nueva conduce a un período de mayor introspección para profundizar en el misterio y la intuición, encontrando así también el cuerpo predispuesto a tener el potencial más adecuado para la introspección. 



LA PARTE SUPREMA DE LA HOSPITALIDAD
La mujer llega al punto máximo de receptividad, el óvulo está en el centro del ciclo, listo para ser fecundado, son días en los que la mujer está muy abierta, disponible, incluso dispuesta al sacrificio, son momentos en los que la mujer siente la necesidad de darse, de decirse, de expresar emociones secretas, fantasías escondidas. Evidentemente son los llamados días fértiles (en toda mujer no siempre están en medio del ciclo milimétricamente) y estos días su naturaleza la empuja a través de olores, asì como el apetito del estómago hacia la comida, para captar el olor de las hormonas del hombre, el olor del sexo: está muy ansiosa, su cuerpo receptivo al apareamiento (La mujer es capaz de percibir el olor de la testosterona en el hombre). El estrógeno la empuja al altruismo total: cuidar a los enfermos, hacer dulces para los niños, visitar amigos o familiares y sobre todo SENTIR el alma a través del cuerpo, el instinto sexual es fuerte, hambriento de ser habitado, de sentirse un templo lleno de Adoración. El hecho de que este período coincida con la luna nueva (plena oscuridad) es un llamado a la intimidad, a la fusión, como sólo la oscuridad puede dar. Es la Sombra del placer y por eso, asì como en las noches oscuras, quièn sabe reconocer el ciclo femenino se da cuenta que los ojos y el cabello de la mujer fértil son màs brillantes y luminosos, también su piel es màs suave (porque los poros se abren como el deseo de su vientre).  

 UN JUEGO ENTRE LUCES Y SOMBRAS
Muchos hombres han perdido ese instinto animal que les ayudaría a distinguir el período fértil de una mujer, así como muchas mujeres desconocen los ritmos hormonales a lo largo del ciclo mensual. Hemos llegado al punto álgido de la ovulación, así como una mujer percibe los olores con más intensidad, un hombre Yin también es capaz de percibir el olor de una mujer fértil, fecundante, punzante. Quien no tiene un agudo sentido del olfato que es la parte de la sombra, se limita a la luz y por eso puede percibir este período a través del brillo de los ojos y del cabello de la mujer. Un observador aún más profundo puede notar incluso los movimientos más ondulantes; la mujer en este período es una bailarina, danza con todo: con la mirada, con la sonrisa, con el pelo, con las caderas... es un mar lleno de olas tempestuosas.


EL RITMO DEL CICLO ES UNA DANZA HORMONAL
Nunca se le puede pedir a una mujer que sea temperamentalmente la misma todo el mes, las fluctuaciones hormonales siempre la llevan desde el YIN interno introspectivo relajado y menguante al YANG externo activo extrovertido, aumentando vivaz y creciente. Del instinto a la intuición, ser mujer es un cambio constante. Es la mujer que vive en el mundo visible y concreto la que convive con la mujer que vive en el mundo oscuro e interior. Las mujeres màs estables son las que son conscientes de estas mareas y fluyen en armonia, mientras que las mujeres no conscientes son lunáticas porque las mareas las tiras a diestro i siniestro, somos a la merced del carácter voluble. 
El ciclo, en sus cuatro fases, es un mapa de la psique femenina. Ayuda a conocernos. Y el hombre que entiende este ciclo comprende como tratar y acercarse a una mujer sin ser presa de este vórtice. Y nos ayuda hacer un viaje mágico cada mes. Creo que un hombre inteligente debe, como una mujer, conocer estos meandros del ciclo, precisamente para sintonizarse con este mar en constante movimiento de la psique femenina. No es casualidad que Freud dijera que la mujer es el continente negro, es decir, perdido.

FERTILIZAR EL ESPÍRITU
Los días de ovulación son pocos, unos 3-5, justo cuando el óvulo está maduro, la sensibilidad a los estímulos sexuales aumenta aún más: la disponibilidad y el deseo se intensifican, los sueños eróticos son más frecuentes. Hay una razón: es el momento más propicio para procrear. Obviamente, el riesgo de quedar embarazada es muy alto. Pero también son los días en que leer, meditar, hacer yoga y cualquier actividad introspectiva son potencialmente fructíferas, la intuición se abre al máximo, la mujer puede fácilmente profundizar en pensamientos que en otras semanas encontraría oscuros, confusos o caóticos. Gracias a la alta presencia de estrógenos el cuerpo es muy fuerte y el espíritu también. Entonces en los días fértiles no pensamos solo en la fertilidad sexual, también pensamos que el espíritu es muy fértil y la intuición psíquica tiene una claridad mental un poco fantástica, por lo que son días propicios para los viajes introspectivos más fascinantes, para las meditaciones más profundas, para procrear en la mente y el corazón convicciones, verdades, ideas maravillosas. En los días del menstrua la mente es aguda en las cuestiones oscuras, mientras que en los días fértiles en las cuestiones iluminantes.



LUNA CRECIENTE Y ESPÍRITU MENGUANTE
El óvulo no fecundado tiene un potencial dentro de sí mismo que empuja a la mujer hacia adentro, es una fase YIN de la gestación, los ritmos se ralentizan y la mujer siente la necesidad de fecundarse dentro de sí misma, de relajarse, es por eso que si la mujer no queda embarazada en esos días, su cuerpo siente un ligera depresión, es del todo normal. Se reducen las ganas de practicar actividad física, de salir, de moverse, de socializar. La mujer se retira, quiere desconectar, algunas apagan finalmente su celular por algunos minutos, quieren quedarse en casa y no salir. La percepción sensorial cambia, necesita el contacto con la naturaleza, para sentirse en paz, por eso las mujeres suelen estar muy irritables en este período, revientan por nada: están llenas, hinchadas, muy sensibles, pesadas. Es como cuando un hombre ha trabajado todo el dìa, es el ovulo que ha dado el máximo. Por otro lado la Luna inicia su face creciente (YANG) y esta irradiación es opuesta a la interior, por fuera la luz o vibración empuja la mujer a la vida en movimiento cuando ella por dentro necesita vida tranquila. 


CRECIMIENTO INTERIOR E HINCHAZÓN
En estos días premenstruales el cuerpo, bajo el efecto de las secreciones hormonales, puede hincharse (en la foto se puede ver cuánto aumenta el volumen del útero): el aumento de la progesterona tiene un efecto antidiurético, es decir, dificulta la eliminación de fluidos del cuerpo. No es solo una sensación: a menudo, la punta de la balanza también indica un aumento de medio kilo o más. Hay más hambre, es el instinto del cuerpo que quiere provisiones, en caso de quedar embarazada (el Utero està siempre listo, es com si no supiera si el ovulo fue o no fecundado). Lo mismo a nivel psíquico: la mujer más que sexo tiene más ganas de mimos, caricias, cariño, que de una verdadera relación sexual que, si se da, no es tan lúdica, busca la satisfacción emocional más que la pasional. Y esto para la mayoría de los hombre no es comprensible porque no saben lo que està pasando en el vientre de una mujer a nivel hormonal. Es un momento en que las mujeres necesitan más certezas. Son precisamente las mujeres que no están en armonía con su ciclo y su interioridad las que asumen una defensa o rechazo de su condición de donde surgen dolores, cefaleas, cólicos y muchos trastornos premenstruales. Si a estos dolores le sumamos la presencia de una pareja que no comprende estos cambios hormonales, es obvio que la mujer hace de estos dolores su trinchera (excusas psicológicas hasta inconscientes) para alejar al hombre de cualquier pretensión o ganas sexual.

Sabía usted que .... El útero:
Su tamaño normal es de unos 7 centímetros de largo (unos 20 cm con las trompas y los ovarios) y 5 centímetros de ancho.
Este órgano se expande más de 100 veces para albergar un feto.
Cada mes, la capa que lo recubre, el endometrio, se autodestruye y vuelve a construirse y, a través de eso, elimina la menstruación por contracciones, por eso, el dolor menstrual es dolor de útero, no de ovarios.
El útero puede soportar hasta 150 veces su propio peso.
Es el único órgano capaz de crear otro órgano: la placenta.
Está conectado a ti. Si tú te estresas, él se estresa, si tú te relajas, él se relaja.
En ese mismo órgano, se comparte la vida. En la actualidad, da vida a una media de entre 1 y 3 hijos o hijas, pero está capacitado para formar más de 20 vidas.


LA SEMILLA DE LA VIDA ESTÁ EN TI
Sangras pero no mueres, al contrario vuelves a vivir,
la luna está en ti, su semilla renace,
deja que la vida en ti fluya sin vergüenza,
entonces sentirás un río sin dolor,
tu eres tu propia medicina para fertilizarte
el ciclo es la vida en acción,
es transformación y trascendencia interior.
Escucha tu cuerpo que no miente
si no lo traicionas con la ignorancia.


AMENORREA... MIEDO A LA LUNA
Es la ausencia del ciclo menstrual, muchas veces indicativa de una renuncia más o menos dolorosa a la propia feminidad, profundamente rechazada o vivida de forma ambivalente y conflictiva. Probablemente sucede porque hay un deseo inconsciente de quedarse o volver a ser niño, evitando así todos los conflictos y problemas asociados con el manejo de una sexualidad madura. De hecho, mantenerse "pequeño" le permite evitar las responsabilidades de una conciencia adulta. También puede ocurrir que una excesiva identificación con un modelo masculino empobrezca la esencia femenina impidiendo así su libre expresión. Corren más riesgo las mujeres que sacrifican la dimensión materna y el eros a favor de una carrera, aquellas que no se estiman y se perciben frágiles, inseguras o que viven en un entorno familiar que nunca ha aceptado su adultez o ser mujer o se aprovechan de ellas por su debilidad. La amenorrea ha una profonda raíz o trauma psicologico. 


OLIGOMINOREA... UNA LUNA SIN LUZ
Muchas mujeres se quejan de un ciclo menstrual particularmente pobre y corto, atrofiado, a menudo ni siquiera doloroso (aunque la ausencia de dolor es una norma en mujeres muy conscientes y muy en armonía con el ciclo lunar y la espiritualidad). Durante la menstruación estalla la energía femenina, a nivel simbólico la menstruación saca a relucir la parte más "visceral" de nuestro ser. Basta pensar que después de periodos de intensa actividad sexual el flujo suele aumentar, como si representara un exceso de energía acumulada. Dadas estas premisas, las mujeres que tienen una vida sexual inhibida e insatisfactoria, que experimentan la feminidad como un obstáculo para su realización, pueden padecer con mayor frecuencia este trastorno, pero también las mujeres que tienden a racionalizar hasta los estados emocionales más instintivos.


DISMENORREA.. UNA LUNA ATROZ
La menstruación dolorosa, acompañada de calambres abdominales, a veces incluso dolor de cabeza, náuseas y vómitos, son un fenómeno desgraciadamente muy frecuente. Pueden ocurrir porque la mujer experimenta los aspectos de pasividad, aceptación y transformación propios de lo femenino como peligrosos o limitantes. El dolor también puede expresar una sexualidad que no se vive libremente y se juzga como "sucia" y amenazante, con sentimientos de culpa y conflicto. Las mujeres que tienen un estilo de vida hiperactivo y agitado tienen más riesgo, con dificultad para detenerse y aceptar el cambio. Solo cuando la mujer integra su dolor, se libera de condicionantes, se siente amada, tiene confianza en sí misma, tiene una pareja adecuada, entonces cesa todo el terror de este tipo de menstruación, es el terror del dolor que tiene raíces infantiles no comprendidas, no compartidos, no amadas. La sangre no fluye, grita y urla, la sangre no corre libre como un rio sino que se estanca como un charco que te estorba o te aprisiona.


HIPERMENORREA... UNA LUNA DEMASIADO ROJA
Estos son flujos particularmente largos y abundantes como para inducir anemia y tomar la apariencia de una hemorragia. En estos casos el fluir ininterrumpido señala una feminidad desatendida y su impulso por imponerse y ser considerada más, es un grito de la sangre que simbolicamente te dice que te estàs muriendo por dentro, en tu interior, en tu feminidad, algo no va, algo tienes que eliminar para equilibrate. La capacidad creativa, instintiva, sanguínea, pide ser tenida en cuenta. La abundante pérdida de sangre, desde un punto de vista simbólico, también puede representar el "llanto" de un útero incapaz de expresar su función creadora o sus sentimiento. Las mujeres identificadas en un rol femenino desvalorizado son más propensas a la hipermenorrea, que imponen sacrificios y renuncias al negar la expresión de las emociones, ante todo la tristeza y el pesar, la protesta y la reivindicación de sus derechos.


MENOPAUSIA
Es el período en el que la mujer deja de menstruar, terminan los ciclos, los ovarios ya no producen óvulos. Termina una etapa de la mujer. Fisiológicamente simple de describir, pero en sí mismo tiene un profundo significado simbólico. Hemos analizado cómo la mujer más sensible está en armonía con el ciclo de la naturaleza marcado por la luna, pero ¿qué sucede en la menopausia y después? En la medicina china la palabra menopausia tiene otro significado: “Flujo de agua celestial” por lo que no solo se trata de un morir sino también de un renacer. Pero primero entremos en la fase de la muerte, es esencial: la mujer termina su papel de madre potencial, al no tener más hijos. El rol físico de creador termina. Le queda a la mujer tener la maternidad espiritual: sanar, proteger, administrar y hacer crecer lo que ha generado internamente, como amistades, ideales, sueños. No se es sólo madre en el cuerpo sino que la menopausia realza la maternidad espiritual. Si por un lado el cuerpo ya no tiene poder (porque su belleza se desvanece rápidamente a partir de ahora), despierta la dimensión de la belleza interior. ¿Entiendes lo importante que es para una mujer haber hecho un camino espiritual? de lo contrario, se encuentra perdida, muriendo, vive en un invierno frío, se vuelve gruñona, irascible, frustrada. Toda la energía que fluía en la sangre (fuego) ahora debe fluir hacia el elemento agua: renacimiento interior. La mujer debe encontrar sueños, ideales, pasiones que la hagan renacer en el espíritu, el cuerpo muere pero el espíritu no: "a los treinta la mujer es una loba, a los cuarenta es un tigre, a los cincuenta es un dragón".

MANOPAUSIA Y MENOS SEXO
Este es un punto doloroso y delicado para la mujer, pero más aún para el hombre que tiene que acompañar a una mujer en este pasaje de vida. Al morir la función de procreación en la mujer también se apaga la libido sexual, al no tener más periodos fértiles, las hormonas en la mujer cambian: las paredes de la vagina se vuelven menos elásticas, no hay lubricación, el olor a sexo desaparece y por lo tanto también el deseo sexual. Todo esto crea un ambiente hostil e incluso doloroso para que las mujeres tengan relaciones sexuales. El hombre debe entender que es un período de transición, el sexo no puede ser el eje central de la relación por el momento, es más, el cuerpo envejece obligando a la pareja inmadura a mirar una realidad: ¿qué han sembrado íntimamente? ¿Hay otros valores más profundos más allá del cuerpo? La mujer vive el duelo, no soporta fácilmente ver el cadáver psíquico de su pareja que no comprende que la relación debe evolucionar a otros niveles. Este período es de costumbres, el sexo ya no tiene prioridad, debe quedarse atrás, si lo sabes evaluar, volverá después con más valor y vigor, de lo contrario se convierte en la tortura de la pasión para la mujer que sufre y el hombre quien no entiende el rechazo de la mujer.

El ciclo menstrual determina aspectos conductuales determinantes en el cerebro femenino. Durante la ovulación, donde existe una alta concentración de estrogenos en el torrente sanguíneo, el cerebro femenino experimenta un efecto antidepresivo natural. Luego, previo a la siguiente menstruación, la deficiencia estrogenica induce una clara orientación depresiva. De hecho, cuando se convierte en problema, recibe el nombre de trastorno disforico premenstrual.


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