男楊 Yang Masculino

 

Creo que las mujeres están locas pensando de ser iguales a los hombres. Siempre han sido muy superiores. Cualquier cosa que le des a una verdadera mujer, ella la mejora. Si le das esperma, ella te da un bebé. Si le das una habitación, crea un hogar acogedor. Si le das de alimentos, ella te hará comidas deliciosas. Si le das una sonrisa te da su corazón. Las mujeres reales multiplican y mejoran los dones que reciben, es su esencia de crear y procrear. La mujer solo no debe dar esta abundancia a quienes luego la usarán para manipularla y explotarla, no es ella quien debe cambiar, es el hombre… Son las mujeres débiles las que crean, crían y dan a luz a estos hombres de quien luego se quejan. Educa a un hombre y tendrás una familia, educa a una mujer y tendrás un pueblo.
Es la superioridad de la mujer que hace superior al hombre, es una paradoja difícil de entender, sobre todo para el hombre, pero los que son superiores lo entienden muy bien y saben que no es cuestión de complejos de superioridad ni de inferioridad, pero cuando un hombre encuentra una mujer superior realiza una dimensión interior y ahì esta el complemento del que su naturaleza necesita. Si hablamos solo de psique entonces la mujer es el YIN es decir la vida interior y sin vida interior ningún ser humano es superior.

La fuerza Yang en nosotros no es vengativa,
pero siempre volverá a ponernos de nuevo en ese camino donde primero caímos,
no es terquedad, sino que cree que puedes llegar a superar los obstáculos,
por eso siempre nos atraen aquellas situaciones frustradas y aquellas personas toxicas,
pero no para permanecer o quedarnos en ellos o con ellas, sino porque sólo a través de ellos
podremos superar y evolucionar nuestro problema patologico. 
Es el Yang (energía masculina) que nos empuja al mismo hueco, 
pero es el Yin (energía femenina) la que nos dirà cuando salir y no volver a saltar más en tal hueco. 

LA DEBILIDAD DE LAS ALMAS ESPIRITUALES
Cuando una persona se dedica a la vida espiritual es obvio que está tratando de hacer lo mejor que puede, pero... pero... ya que somos humanos entre los humanos, es más, los menos humanos que no quieren realmente saber de espiritualidad, no esperan más que tu caigas, que te equivoques, que hagas ver tus defectos, caen inmediatamente sobre ti con todo el peso de su odio ( es decir, la falta de espiritualidad que ellos nunca han podido concebir) y reprochan tu lado humano como débil: "si eres espiritual no debes enojarte... si eres bueno no debes protestar... si quieres ser un Cristo por qué luchas por no dejarte crucificar ..." etc...
Pon en movimiento la fuerza Yang, demuestra que la persona espiritual no es la que no se equivoca, sino la que reconoce el error; no es el que no cae sino que se levanta una y otra vez con más fervor.
Responde a ellos asì: "si esforzándome para ser bueno soy tan demonio, imagínate si no me esforzara para ser bueno creo que te aniquilaría de inmediato".  Tienes una razón por la que no puedes complacer a todos y no siempre puedes ser amable con todos, incluso Jesús en el templo perdió los estribos con puñetazos y patadas en el trasero a los comerciantes, así que sé tú mismo, incluso admitiendo que para algunos seguirás siendo un demonio. Hacer un viaje espiritual significa hacer un gran lío, enviar a medio mundo al infierno, cortar amistades, darle un madrazo a quièn no te deja avanzar, romper hábitos, pelear con familiares, eliminar vicios y costumbres, es Ulises quien regresa a Ítaca y hace una masacre contra las falsas expectativas de los falsos aduladores.

Hay hombres que saben entender lo sagrado femenino, no usan la espiritualidad como táctica de conquista, no son delicados para hacer caer a una mujer en sus trampas de seducción espiritual, no, son verdaderos hombres que tienen lo sagrado femenino por dentro. Son hombres que aman la tierra, los animales, cuidan todas las cosas. Hombres capaces de disculparse cuando se equivocan sin agachar la cabeza, porque son hombres que se han reconciliado con la esencia humana que es divina, por lo que ya no tienen la molestia de tener que ser dioses, héroes, conquistadores, poderosos, porque vivieron su infierno y saben que la grandeza viene del grano de arena, de la semilla del trigo, de la sonrisa de un niño que mira el mundo con una nueva luz en los ojos, que se inclina ante el misterio de lo femenino que una mujer guarda en sí misma. Hombres capaces de abrir su corazón a una mujer y amarla y protegerla. Hombres que se atreven a ser amados y protegidos. Hombres capaces de no jugar con los sentimientos y saben dejar a una mujer incluso antes de engañarla o ilusionarla, sin herirla y abandonarla sin traicionarla, sin ofenderla, sino haciéndole entender que fue un error y que lo mejor está por venir pero por caminos separados y diferentes. Estos hombres se han despojado de la coraza de la rigidez, son hombres sabios que se encuentran como una aguja en un pajar, pero sólo aquella mujer que tenga la paciencia maternal de limpiar el pajar puede encontrarlo. 

LA FUERZA BRUTA DEL YANG
Cuando la energia yang está desprovisto de espiritualidad (de Yin) transforma todo en su opuesto
y lo hace de una manera tan elocuente, llamativa y brusca que te parece hasta convincente:
Cuanto más débil te sientes por dentro, más fuerte intentas parecer por fuera.
Cuanto más solo te sientes por dentro, más te rodeas de compañía exterior.
Cuanto más pobre eres por dentro, más tratas de enriquecerte por fuera.

El Yang no teme la superioridad del Yin,
así como un verdadero hombre no teme la superioridad de una mujer,
mientras que el hombre mezquino teme una mujer inteligente,
prefiere la superficial y fácil, la que tiene un Yin pobre.
De hecho, quién tiene un Yang equilibrado sabe que en la medida en que adora a la mujer
crece mas y mas hasta llegar a ella,
porque es ella quien le da la vida si él la pierde por ella:
màs la hace sentir a ella divina, màs ella lo trata como un Dios,
las energías se equilibran y no prevalece ninguno de los dos poderes. 

Soy libre, no porque haga todo lo que quiero, esto sería libertinaje, sino porque soy libre de querer y de no querer. El querer y el no querer vienen del condicionamiento, cuando te liberas del querer
entonces todo lo que quieras o no vendrá de la justicia y ya no del condicionamiento. Por eso, la religión no conoce fácilmente la libertad y la política no encuentra la justicia. Todos quieren ser libres pero pocos saben ser justos. 

Me gusta estar del lado de los equivocados, de los que no tienen la razón, porque hay tanto espacio libre que siempre puedo sentarme y estirar las piernas e incluso quitarme los zapatos.

La fuerza yang en la psique tiene una gran desventaja proporcionalmente alta a la hipermetropía de sus visiones intuitivas: capta primero la altura que la profundidad, por lo que si nuestra fuerza yang no se equilibra con la humildad del yin, la comprensión yang es altiva pero superficial, de mente abierta pero no esencial.

Es simple y sencillo, hay 2 energías: Yin y Yang
con uno atraes lo que eres
con el otro atraes lo que quieres,
pero si no eres consciente de lo que eres
atraerás lo que no quieres
y siempre te sentirás atraído por lo que no eres.

¿Por qué quieres ser espiritual?
para ser mejor o
para sentirte mejor o
para verte mejor?
La espiritualidad es una lucha extenuante, silenciosa, sin público,
sin testigos, sin otro oponente que tú mismo.
Si necesitas demostrar que eres fuerte ya has perdido.

Los hombres que mejor pueden estar con mujeres,
son los mismos que saben estar perfectamente bien sin ella.

La fuerza bruta del yang tiene una cualidad:
imita perfectamente lo que quiere;
pero también tiene un defecto:
también imita las imperfecciones de su modelo.
¿Qué es el hombre sino un selfie divino?
ya que Dios dijo que nos creò a su imagen y semejanza
Entonces, ¿un poco de vanidad, egoísmo, absolutismo también habremos tomado?
Nuestro deseo de ser alabados y adorados es un remanente y residuo de nuestra semejanza divina, en psicología aprendemos que también heredamos los lados màs oscuros de nuestros padres.

LA SOLEDAD DEL YANG
La soledad del Yin (femenino) es penetrante y silenciosa, la del Yang es volcánica y ruidosa. Por eso una persona, hombre o mujer que sea, si su soledad tiene una polaridad Yang buscarà alguièn con quièn compartir al menos su soledad (si es Yin no, sufre de soledad pero nunca lo dice y no lo reconoce). Sabemos que el descubrimiento del Yo es un camino solitario, pero el Yang nos empuja al enfrentamiento, al contraste, por eso hasta el solitario busca de vez en cuando un diálogo con otra persona, es saludable, busca otro ermitaño, aunque sea necesario una relación íntima con otro solitario, porque un bosque es más fuerte que un árbol solitario, el bosque entero crea fuerza contra las tormentas, proporciona la humedad justa para regenerarse, fermenta la tierra donde las raíces se hacen más fuertes, pero las raíces son individuales, cada una la suya, y es eso y sólo eso lo que hace que el árbol sea estable y fuerte. Si se puede estar junto a otro para crecer con el mismo fin y propósito sería el ideal, pero depende de cada uno ser y crecer a su manera. La soledad Yang es animal, la soledad Yin es diabolica, la soledad Yin-Yang es divina. 

El peligro de la razón humana (Yang)
es que no sabe esperar lo desconocido,
se siente derrotado delante del misterio,
por esto en ausencia de razones,
se las crea.
Lo que le falta al entendimiento humano no es la razón
si no la paciencia y atención (Yin)

La desnudez comienza con el rostro y la obscenidad con la palabra.
- Las mandarinas, Simone de Beauvoir -


Incluso el hombre más brutal, violento, temible, arrogante y bestial,
encontrará tarde o temprano los brazos de una mujer
entre los cuales llegará a ser un corderito.

Cuando el Yang se exterioriza, Dios (el Yin) desaparece en el interior

ME ENCANTA EL HOMBRE YIN
¿Quién es el hombre Yin? Es una mezcla entre la bestia y el ángel, es un místico que busca la luz dentro de sí mismo, es un hombre que ha dejado de competir porque ahora está convencido de que la humanidad es una perdedora ante la apariencia social de la grandeza, por ello se vuelve antisocial pero no maleducado, tímido pero no quisquilloso, solitario pero nunca aislado, se deja encontrar pero nunca atrapar, se vuelve santo pero sin aureola. Amo al hombre Yin que es aquel que ha descubierto su femenino interior sin faltar a su masculinidad, porque sabe llorar como un hombre, sabe abrazar a un niño y acariciar a un anciano, porque conoce a su niño interior perdido y acepta la vejez que le espera en silencio y resignación. El hombre Yin está en paz con sus sombras, ama la verdad, ya no vive para las conquistas terrenales, ya no es esclavo de sus heridas, ya no se jacta de sus trofeos, ya no se hace la víctima aunque està lleno de cicatrices, pero nunca pierde su sonrisa, su broma, su ironía, sus ganas de cantar y bailar sin espectadores, sin querer ser más el protagonista. Su brújula es la intuición, siempre busca dentro de sí mismo antes que fuera. El hombre Yin ya no está detrás de las mujeres, ha entendido que los juegos de seducción y conquistas son paliativos de las pasiones, necesidades y compensaciones psíquicas infantiles, ama a la mujer y la respeta, la considera un lugar sagrado, a veces incomprensible y misterioso, pero precisamente por eso calla cuando no está en su apogeo. La mirada del hombre Yin es sincera porque siempre se mira a sí mismo como un parámetro de verdad, de duda, de comparación. No son perfectos pero en estos escombros saben construir bellezas. El hombre Yin es libre, no se beneficiará de nada ni de nadie, no necesita encarcelamiento de intereses malsanos y ambiguos. El hombre Yin siempre está accesible, porque es claro, conciso, transparente. Es tierno pero a la vez salvaje, sabe tanto enfadarse como calmarse, sin dejar rastros de odio. Es un soñador, un mago, un alquimista, un poeta, un escritor, un narrador... pero a la vez no parece nada de esto, porque es tan simple y le encanta esconderse para protegerse entre las banalidades sin despertar sospechas de no ser ni alguien ni nadie... por esto especialmente las mujeres (con demasiado Yang) dicen que ya no hay hombres Yin.

Una cabeza sin conocimiento sólo sirve para llevar sombreros, pero la luz interior no sólo es racional, debe descender a las tinieblas del corazón y desde allí en el silencio deslumbrar en la conducta.