Herramientas de Introspecciòn

 

HERRAMIENTAS DE CONOCIMIENTO Y MAPAS DE PERSONALIDAD
Son muchos los métodos adoptados a lo largo de los siglos para conocerse a uno mismo. Después de todo, todos son válidos si se comprenden bien, pero también pueden desviarnos si se usan superficialmente. Una de las lagunas más recurrentes y error más común es tomar absolutamente solo una característica de estos instrumentos, por ejemplo Hipócrates habló de 4 temperamentos (melancólico, colérico, flemático, sanguigno) identificarse con uno solo es un error, porque en nosotros hay todos los cuatro, solo uno prevalece sobre los demás. Al igual que los movimientos de los elementos que estudiamos en el Ching, los tenemos todos, pero uno de ellos se hace cargo de los otros. Lo mismo ocurre con otros mapas, solo piensa en el eneagrama, es engañoso identificarse con un solo eneatipo, sería una enfermedad (manía, fijación psíquica, espejismo) porque en la naturaleza todo se trasforma y evoluciona si está sano, las cosas fijas se estancan y crean compensaciones. Ciertamente prevalece un eneatipo, pero está relacionado con los otros en los que a menudo vamos y venimos. La Cabalá también es rítmica y dinámica, los arcanos del Tarot se mueven por todos los puntos del árbol de la vida, como sangre en las arterias. Identificarse con un signo del zodíaco es una cosa de ciegos, es absurdo pensar que todos los Acuario o los Sagitario son iguales y leer un horóscopo para todos es una locura. Nacemos bajo un signo pero los caminamos todos y recibimos o rechazamos las vibraciones de todos los zodiacos. Esta tendencia a fijarse en un solo signo o eneatipo o arcano del Tarot o temperamento, es una tendencia que pertenece a una personalidad marcada por el dualismo, por lo que tiende a distinguir un punto siempre como absoluto y elimina o descarta los otros como inferiores o peligrosos o innecesario, y èsta actitud ya denota un mal funcionamiento psíquico de una falta de equilibrio. Por ello es deseable identificar el punto que más nos identifica, la vibración que más predomina en nosotros y a partir de ahí empezar a buscar todo el complejo arterial de nuestra personalidad.

CONOCETE A TI MISMO
Desde tiempos inmemoriales el ser humano siempre ha buscado métodos, sistemas, estructuras, ideologías, intermediarios, santos y dioses que le ayudaran a comprenderse a sí mismo. Hemos subyugado la naturaleza a nuestro conocimiento científico, pero seguimos ignorando el pleno funcionamiento y propósito del ser humano, especialmente cuando entramos en el reino de la psique o alma humana. Se dibujaron muchos mapas para rastrear cómo funciona la psique. Ya Hipócrates (460-377 aC) dibuja un mapa con los 4 temperamentos. Los antiguos chinos hicieron una cuidadosa observación de los cambios tanto en la naturaleza como en los estados emocionales y mentales en el libro de los cambios (I Ching). El árbol de la vida es otro mapa que los kabbalistas usaron para trazar las vibraciones con las que interactúan Dios y las criaturas. El Eneagrama de Gurdjieff es otro mapa de la personalidad, al igual que los Chakras e tambièn el Tarot estudiado como arcanos psicoanalíticos, un poco como lo hizo Jung con los arquetipos. Todos estos sistemas se basan en la numerología, pero èsto sin un conocimiento profundo de la geometría y el simbolismo matemático corre el riesgo de convertirse en pura especulación supersticiosa, como sucedió con la astrología y los horóscopos. En nuestros blogs utilizamos todas estas herramientas con el loco intento de encontrar el punto común que une todos estos métodos de investigación interior.

Un puente entre el espíritu y la materia.
Quienes viven en el mundo dualista tienden a los extremos por lo que se dedican a Dios y abandonan el mundo, aman el espíritu y terminan odiando o despreciando o temiendo la materia, o por el contrario adoran el placer y se burlan de la virtud, promueven la ciencia y denigran la religión. Por otro lado, quienes logran tener un encuentro consigo mismos, con su esencia, se dan cuenta de que la dualidad es esencial, inseparable, estamos hechos de ambas dimensiones, como las caras de una moneda, viven juntas pero distintas, entonces sí, reconcilian los opuestos y encuentran un término medio, un equilibrio entre ambos. Todos los grandes místicos y los grandes genios de la ciencia han llegado a comprender que existe este pasaje entre los dos mundos. Durante años, hemos estado tratando de traducir los términos científicos al lenguaje espiritual, nuestro largo trabajo es traducir en conceptos psicológicos lo que un físico o un químico o un astrónomo intentan decirnos en su terminología matemática y analítica abstracta.